Cuida tus oídos en vacaciones
miércoles 22 de julio de 2015, 19:22h
Zambullirse sin tomar las precauciones necesarias puede traer consecuencias para tu salud auditiva
El verano ha llegado y, con él, la subida de temperaturas. Para calmar esa sensación de calor nunca viene mal darse un chapuzón en la piscina o la playa.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que zambullirse sin tomar las precauciones necesarias puede traer consecuencias para tu salud auditiva.
El agua, la humedad y las altas temperaturas hacen más probable que gérmenes y bacterias se instalen en nuestros oídos provocando infecciones. En este sentido, la molestia más frecuente es la otitis, una infección que produce una inflamación del
conducto auditivo y que afecta tanto a niños como a adultos. Y es que, el oído es uno de los grandes olvidados cuando nos refrescamos en el agua y no tenemos en cuenta que pueden amargarnos las vacaciones.
Además, este tipo de infecciones del conducto auditivo también pueden provocar inconvenientes a la hora de viajar. Por ejemplo, si se tiene previsto viajar en avión con otitis es preferible que cambiar de transporte o destino, ya que la presión en la cabina puede aumentar la sensación de dolor y producir mayores lesiones.
Por otra parte, en esta época del año la higiene cobra más importancia que nunca. La cera acumulada puede absorber el agua durante el baño, hinchándose y provocando un tapón. La gran mayoría de la población no utiliza métodos adecuados para la
limpieza de sus oídos y confiesa que sigue utilizando bastoncillos, un sistema que puede perjudicar nuestra salud auditiva, ya que lo único que hace es empujar la cera hacia el interior provocando infecciones o incluso perforaciones.
Protégete de infecciones
Los que practican deportes acuáticos también se encuentran en riesgo de padecer trastornos auditivos si no se protegen adecuadamente, pudiendo incluso afectar al desarrollo de su actividad. Con el objetivo de adaptarse a sus necesidades, GAES, especialista en salud auditiva, ha desarrollado un protector especial, elaborado con materiales de primera calidad, que garantiza la máxima protección y comodidad en el oído. Un protector a medida que ya es utilizado por algunos de los nadadores más reconocidos.
Por otra parte, los niños y las personas mayores son quiénes han de tomar más precauciones para prevenir molestias en esta época del año. Por eso deben proteger adecuadamente sus oídos.
Hoy en día existen en el mercado una amplia variedad de protectores que se adaptan a diferentes usos, más allá de su utilización profesional y sea cual sea tu edad. Los más comunes son los tapones a medida que protegen el oído de la entrada de agua y bacterias. Fabricados de silicona hipoalergénica, se ajustan totalmente a la forma del canal auditivo, ofreciendo una mayor protección. Y para conseguir una mayor seguridad, GAES Centros Auditivos pone también a tu disposición unas bandas protectoras ajustables, adecuadas para niños y adultos que evitan la caída de los moldes.
La prevención es la clave
Para impedir que los oídos nos amarguen las vacaciones, y poder disfrutar sin preocupaciones ni molestias auditivas, GAES Centros Auditivos da una serie de recomendaciones a seguir en la época estival:
1. Utilizar protectores es la mejor forma de prevenir infecciones y molestias auditivas. Han de ser preferiblemente adaptados y de material flexible, ligero e hipoalergénico.
2. Tener especial cuidado de no zambullirse en aguas poco saludables. El agua sucia o contaminada contiene bacterias y gérmenes que pueden dañar tus oídos.
3. No usar bastoncillos. Es mejor dejar que el sistema natural de limpieza del oído expulse la cera hacia fuera y, en todo cado, utilizar difusores de agua marina para mantenerlos limpios.
4. Mantener los oídos secos. Hay que evitar a toda costa la humedad en el conducto auditivo.
5. Entrar lentamente en el agua. La presión del agua puede causar lesiones auditivas.
6. Cuidado en los viajes. La presión de los viajes en avión y las corrientes de aire en el coche pueden provocar lesiones en el conducto auditivo.
7. Acude al médico. Ante la menor sospecha de infección o molestia, acude al médico para evitar que vaya a más.