La fertilidad tiene una relación muy estrecha con la edad. De hecho, estudios han demostrado que después de los 40 años de edad, el porcentaje de infertilidad en las mujeres llega al 50%, y va disminuyendo a medida que pasan los años.
Por eso, no es de extrañar que algunas mujeres opten por preservar su fertilidad, congelando sus óvulos para que puedan ser utilizados en el futuro. En el caso de los hombres, la edad puede también afectar a sus probabilidades de tener hijos.
La infertilidad es un problema que actualmente afecta a una de cada seis parejas jóvenes. En España se calcula que alrededor del 15 por ciento, tanto hombres como mujeres pueden tener algún tipo de problema que afecta directamente a su fertilidad. Ante esta situación, y tras realizarse varios estudios para confirmar si realmente no son capaces de concebir un hijo de forma natural, podrían ver atractiva la opción de utilizar algún método de reproducción asistida.
¿Cómo determinar la fertilidad?
Para determinar si un hombre o una mujer son fértiles, se deben llevar a cabo ciertos exámenes que determinan la capacidad de reproducción de cada uno.
En caso de las mujeres, se deben estudiar todos los factores, como antecedentes médicos y genéticos, ciclo menstrual, se deben practicar estudios hormonales, y en el útero para descartar cualquier presencia de miomas, endometriosis, obstrucción en las trompas y cualquier otro que sugiera el especialista según sea el caso.
En caso de los hombres, se estudia primeramente la calidad de los espermatozoides a través de un estudio que mide la cantidad y calidad de los mismos. Se realiza, además, un estudio de los ductos o vías de los testículos, para ver si se presenta algún problema que afecte su normal funcionamiento.
¿Cuáles son los tratamientos para la fertilidad?
Algunas parejas tienen problemas para concebir, por lo que tienden a buscar ayuda profesional y recurren a tratamientos que puedan facilitar ese proceso de concepción a través de un método, dependiendo de la complejidad del problema.
Los tratamientos más habituales que se realizan en las clínicas de reproducción asistida, varían desde técnicas sencillas, como la inseminación artificial. Éste es un procedimiento que consiste en la colocación del semen previamente preparado en un laboratorio, en el útero de la mujer, logrando aumentar las probabilidades de que óvulo quede fecundado por el espermatozoide y que ocurra el embarazo deseado. Es uno de los tratamientos más utilizados, y en España se realizan más de 23.000 inseminaciones anuales.
También se realizan técnicas de reproducción asistida mucho más avanzadas, como la fecundación in vitro, donde la fecundación de los ovocitos con los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la mujer.
La fecundación in vitro, de hecho, es el principal tratamiento para la esterilidad, cuando otros métodos de reproducción asistida no han tenido éxito.