El estudio, publicado en la revista 'The Lancet Planetary Health', analiza por primera vez y con una metodología novedosa el impacto del aumento de los espacios verdes en la mortalidad prematura en toda una ciudad. El proyecto fue dirigido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro apoyado por la Fundación "la Caixa", y el Servicio Forestal de Estados Unidos.
La investigación demuestra que los espacios verdes en entornos urbanos están asociados con beneficios para la salud física y mental de los residentes de la ciudad. Una reciente revisión sistemática y meta-análisis realizados por ISGlobal, la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyeron que las zonas verdes residenciales pueden proteger contra la mortalidad prematura por todas las causas.
El meta-análisis, que incluyó nueve estudios longitudinales en los que participaron más de ocho millones de personas en siete países diferentes, encontró una asociación significativa entre un aumento en el espacio verde alrededor de los hogares y una reducción en la mortalidad prematura.
En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron la función dosis-respuesta del meta-análisis para llevar a cabo una evaluación del impacto en la salud y calcular el número de muertes por todas las causas que podrían prevenirse si se aumentaran los espacios verdes en toda una ciudad.
TRES ESCENARIOS
El equipo estudió tres escenarios diferentes posibles en la ciudad de Filadelfia para 2025; este municipio cuenta actualmente con cerca de 1,6 millones de habitantes. El más ambicioso se basó en el objetivo actual establecido por el ayuntamiento de un aumento en la cobertura de árboles al 30% de la superficie terrestre en cada uno de los vecindarios de la ciudad; la cobertura de ahora es de un 20% en toda la localidad.
Los otros dos escenarios fueron menos ambiciosos. Los datos sobre el dosel existente se obtuvieron de imágenes aéreas y satelitales, lo que permitió a los investigadores medir la cobertura de los árboles al ver la corona, las hojas, las ramas y los tallos desde arriba.
Los resultados del análisis mostraron que si Filadelfia logra su objetivo de aumentar la cobertura de árboles al 30% de la ciudad para 2025 se evitarían 403 muertes prematuras de adultos cada año, lo que representa un 3% de la mortalidad anual en el municipio.
Los dos escenarios más moderados también se asociaron con reducciones significativas en la mortalidad anual: un aumento de 5% y 10% en la copa de los árboles podría resultar en una reducción anual de 271 y 376 muertes, respectivamente.
"El logro de este objetivo no viene sin desafíos. Las grandes iniciativas de plantación de árboles se enfrentan a muchos problemas, incluidas las pérdidas por el cambio climático, las plagas de los árboles y las especies invasoras, y el desarrollo urbano", explica Michelle Kondo, primera autora del estudio.
Mark Nieuwenhuijsen, coordinador del estudio y director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, apunta que, "aunque cada ciudad tiene sus propias características, este estudio proporciona un ejemplo para todas las ciudades del mundo: se pueden salvar muchas vidas aumentando los árboles y ecologizando los entornos urbanos, incluso a niveles modestos".
IMPACTO EN LOS BARRIOS POBRES
El estudio también muestra que los vecindarios con un bajo nivel socioeconómico se beneficiarían más de cualquier aumento en los espacios verdes. "Muchas de las muertes evitadas serían en las áreas más pobres de la ciudad, incluso con un aumento moderado en la cantidad de árboles", comenta Kondo.
Filadelfia es la más pobre de las 10 ciudades más grandes de Estados Unidos y su tasa de mortalidad es más alta que el promedio nacional. "Los programas de reforestación urbana no solo son esenciales para mejorar la salud pública, sino que también son una forma de reducir las inequidades en salud y promover la justicia ambiental", concluye Kondo.