El doctor Francisco García Lanzas ha realizado su primer viaje como representante del organismo de Cooperación Internacional de Ceuta, el cual dirige dentro del Colegio de Médicos local. El cardiólogo ha acudido dos semanas a Bisáu para analizar cuál es la situación y organizar un plan de colaboración a corto y largo plazo. En septiembre planea viajar nuevamente a la ciudad para impartir formación a los médicos de la zona y enseñarles técnicas de cardiología enfocadas a las patologías más comunes de su área.
En las dos semanas que ha vivido en la zona ha sido consciente del escenario sanitario real del territorio. En un país con unos dos millones de habitantes, cuentan únicamente con 15 especialistas para toda la población: tres pediatras, un único cardiólogo, un dermatólogo, un solo intensivista… Además, las instalaciones están muy limitadas y los medios son pocos y desconocidos. De hecho, en el hospital de Bisáu en el que ha estado cuentan únicamente con un ecógrafo que nadie sabe utilizar correctamente, por lo que es fundamental que alguien se encargue de esa labor de tutorizar a los médicos para mejorar la calidad asistencial del país.
La formación en una especialidad es un bien muy preciado y puede marcar la diferencia en zonas en las que escasean los profesionales. No obstante, el doctor García Lanzas sabe que es un reto que hay que acotar para poder sacar el máximo provecho de esta experiencia sin que sea una tarea imposible: “Es muy optimista, imposible, querer formar a un médico en cardiología en un mes. En tres meses voy a hacer una formación de un porcentaje, a lo mejor, del 10 o 15 por ciento, orientado a sus patologías, a sus problemas diarios”, comenta el facultativo del Hospital Universitario de Ceuta.
Dentro de su especialidad, a García Lanzas le gustaría poder hermanar los dos hospitales y hacer una labor de telemedicina, en la que los dos profesionales de cardiología del HUCE solventen las dudas que vayan surgiendo en Guinea-Bisáu y amplíen su formación específica sobre la válvula mitral, uno de los grandes problemas que afectan a la población bisauguineana. “La fiebre reumática afecta a los niños chicos y, cuando crecen, afecta a su corazón. Es una de las causas más frecuentes de muerte de corazón en África”, explica el cardiólogo. En la estenosis mitral, el problema surge cuando no se abre bien la válvula mitral, causando la muerte prematura del paciente a los 5, 15 o 20 años de edad.
Cooperación Internacional de Ceuta ya se ha puesto en contacto con el Colegio de Médicos de Cádiz para ultimar este plan. La idea es formar a los especialistas en Bisáu para que sean capaces de diagnosticar anomalías de este tipo, que desde Ceuta se puedan verificar con prontitud y, finalmente, los pacientes tengan la posibilidad de ser operados en Cádiz. De esta forma se cerraría el círculo con docencia, formación, diagnóstico y tratamiento, consiguiendo que una persona no muera con 10 o 15 años, sino que su esperanza de vida se prolongue y se equipare a la del país.
En adición a la labor dentro de su área de especialidad, el doctor García Lanzas ha detectado otros proyectos que trasladar a Guinea-Bisáu. Uno de los principales es conseguir tratar el VIH de una manera adecuada, facilitando la comprensión del virus en el país. Allí se diagnostica a muchísimas personas con sida, por lo que es importante conseguir que la comunicación con el paciente y la familia sea correcta. Francisco busca aportar el conocimiento actual sobre esta enfermedad y mandar las últimas informaciones sobre fármacos, manteniendo una comunicación estrecha y constante que permita formar con los mejores medios a los médicos de Guinea-Bisáu.