El aumento en la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor sumado al mayor número de incendios forestales que éstas provocan empeorará la calidad del aire, dañando la salud humana y los ecosistemas, anticipó este miércoles la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En un nuevo informe, el organismo prevé que la interacción entre la contaminación y el cambio climático supondrá un castigo adicional para cientos de millones de personas
El Boletín de la OMM sobre la calidad del aire y el clima edición 2022 se centra en el impacto del humo de los incendios forestales en 2021, cuando las condiciones cálidas y secas exacerbaron la propagación de esos incendios en el oeste de Norteamérica y Siberia, produciendo subidas generalizadas en los niveles de partículas pequeñas nocivas para la salud.
El secretario general de la OMM señaló que mientras el planeta se caliente, aumentarán los incendios forestales y la contaminación del aire asociada, incluso en un escenario de bajas emisiones.
“Además de los impactos en la salud humana, esto afectará a los ecosistemas a medida que los contaminantes del aire se asienten de la atmósfera a la superficie de la Tierra”, dijo Petteri Taalas.
Penalización climática
Agregó que lo que se ha observado hasta ahora es un anticipo del futuro porque se prevé un aumento aún mayor en la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor, “lo que podría conducir a una peor calidad del aire, un fenómeno conocido como “penalización climática”, dijo.
La OMM definió la penalización climática como el efecto de amplificación del cambio climático en la producción de ozono troposférico, que impacta negativamente en el aire que respiran las personas.
Las regiones donde se proyecta una mayor penalización climática, principalmente en Asia, albergan aproximadamente una cuarta parte de la población mundial.
El cambio climático podría exacerbar los episodios de contaminación por ozono superficial, lo que tendría efectos perjudiciales para la salud de cientos de millones de personas.
Interconexión
El estudio explicó que la calidad del aire y el clima están interconectados porque las especies químicas que conducen a la degradación de la calidad del aire normalmente se emiten junto con los gases de efecto invernadero. Así, los cambios en uno inevitablemente provocan cambios en el otro.
El uso de combustibles fósiles, una de las principales fuentes de dióxido de carbono (CO2)), también emite óxido de nitrógeno, que puede reaccionar con la luz solar y dar lugar a la formación de aerosoles de ozono y nitrato.
La calidad del aire, a su vez, afecta la salud del ecosistema a medida que los contaminantes del aire se depositan desde la atmósfera hasta la superficie de la Tierra. La deposición de nitrógeno, azufre y ozono puede afectar negativamente los servicios que brindan los ecosistemas naturales, como el agua limpia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono, y puede afectar el rendimiento de los cultivos en los sistemas agrícolas.
El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) incluye escenarios sobre la evolución de la calidad del aire a medida que se incrementen las temperaturas en el siglo XXI.
El nivel de ozono aumentaría en Asia
El Panel estima que si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen siendo altas, de modo que las temperaturas globales aumenten 3°C desde los niveles preindustriales para la segunda mitad del siglo XXI, los niveles de ozono en la superficie aumentarían en áreas muy contaminadas, particularmente en Asia.
Esto incluye un aumento del 20% en Pakistán, el norte de India y Bangladesh, y un 10% en el este de China. La mayor parte del aumento del ozono se deberá a un incremento en las emisiones de la quema de combustibles fósiles, pero una quinta parte sería consecuencia del cambio climático, probablemente debido al incremento de las olas de calor, que amplifican los episodios de contaminación del aire. Así, las olas de calor, cada vez más comunes debido al cambio climático, continuarían provocando una degradación de la calidad del aire.
Las emisiones neutrales limitarían la contaminación por ozono
Un escenario mundial de emisiones neutrales en carbono limitaría la ocurrencia futura de episodios extremos de contaminación del aire por ozono. Esto se debe a que los esfuerzos para mitigar el cambio climático mediante la eliminación de la quema de combustibles fósiles también eliminarían la mayoría de las emisiones de gases precursores del ozono causadas por los humanos.
Las partículas, comúnmente denominadas aerosoles, tienen características complejas que pueden enfriar o calentar la atmósfera. Las altas cantidades de aerosoles, y por lo tanto la mala calidad del aire, pueden enfriar la atmósfera al reflejar la luz solar de regreso al espacio o al absorber la luz solar en la atmósfera para que nunca llegue al suelo.