Frente al alarmante aumento de la obesidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso trascendental al publicar su primera guía sobre el uso de una nueva clase de medicamentos para la pérdida de peso. Este documento representa un cambio significativo en la política sanitaria global.
La guía se enfoca en las terapias GLP-1, que incluyen fármacos como liraglutida, semaglutida y tirzepatida. Ofrece recomendaciones sobre su uso seguro como parte del tratamiento a largo plazo.
La magnitud del problema
Actualmente, más de mil millones de personas en el mundo sufren de obesidad, una condición que se relacionó con 3,7 millones de muertes en 2024. La OMS advierte que, si no se implementan medidas más contundentes, el número de afectados podría duplicarse para 2030. Esto generaría una presión abrumadora sobre los sistemas de salud y podría elevar las pérdidas económicas globales a cerca de tres billones de dólares anuales.
Como principal autoridad mundial en salud pública, se espera que esta declaración influya en las políticas nacionales, así como en la cobertura de seguros y prácticas clínicas, especialmente ante el creciente interés por tratamientos efectivos para la pérdida de peso.
“La obesidad es un grave problema de salud mundial”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Nuestras nuevas directrices reconocen que la obesidad es una enfermedad crónica que puede ser tratada con atención integral y a largo plazo. Aunque los medicamentos por sí solos no resolverán esta crisis sanitaria global, las terapias con GLP-1 pueden ayudar a millones a superar la obesidad y mitigar sus efectos adversos”.
Entendiendo la complejidad
La OMS subraya que la obesidad no es simplemente consecuencia de elecciones personales; es una condición crónica compleja que involucra factores genéticos, ambientales, biológicos y sociales. Esta situación contribuye al desarrollo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, además de complicar el pronóstico en casos de enfermedades infecciosas.
Para muchas personas, perder peso y mantenerlo resulta extremadamente difícil sin apoyo médico. Las terapias con GLP-1 imitan una hormona natural que ayuda a regular el apetito, el azúcar en sangre y la digestión. Estos medicamentos pueden llevar a una pérdida significativa de peso y mejorar la salud general entre quienes padecen obesidad.
A partir de 2025, estas terapias fueron incluidas por la OMS en su Lista de Medicamentos Esenciales para controlar la diabetes tipo 2 en grupos vulnerables. Las nuevas directrices ahora recomiendan su uso prolongado en adultos con obesidad, salvo durante el embarazo.
Cuidado con las expectativas
A pesar del respaldo oficial, esta recomendación es condicional debido a la falta de datos sobre seguridad a largo plazo y dudas sobre cómo mantener la pérdida de peso tras finalizar el tratamiento. Además, los altos costos y preocupaciones sobre desigualdad en el acceso son cuestiones críticas.
La OMS aclara que los medicamentos para bajar de peso deben ser utilizados junto con otras estrategias complementarias. El enfoque más eficaz combina medicación con dietas saludables, mayor actividad física y orientación continua por parte de profesionales sanitarios.
No se puede abordar la obesidad únicamente desde el individuo; es necesario un esfuerzo conjunto por parte del gobierno y la industria para crear entornos alimentarios más saludables e implementar intervenciones tempranas para quienes están en riesgo.
Asegurando acceso equitativo
A medida que crece la demanda por medicamentos GLP-1, esta ya supera ampliamente su disponibilidad. La OMS estima que menos del 10% de las personas elegibles tendrán acceso a estos tratamientos para 2030. Sin políticas adecuadas, los tratamientos podrían exacerbar las desigualdades sanitarias, lo que lleva a instar a los gobiernos a considerar herramientas como adquisiciones conjuntas y fijación justa de precios para ampliar el acceso.
También se ha alertado sobre el aumento en circulación de productos GLP-1 falsificados o subestándar debido a escasez global. Por ello, se enfatiza la necesidad urgente de cadenas reguladas para garantizar recetas adecuadas y supervisión rigurosa que proteja a los pacientes.
Dicha guía fue elaborada a solicitud de los Estados Miembros y se fundamenta en evidencia científica sólida junto con aportaciones relevantes por parte de personas afectadas por obesidad. La OMS planea actualizar estas recomendaciones conforme surjan nuevas evidencias y colaborará con sus socios en 2026 para asegurar que se priorice a quienes tienen necesidades más urgentes.
La noticia en cifras
| Cifra |
Descripción |
| Más de mil millones |
Personas que viven con obesidad. |
| 3,7 millones |
Muertes vinculadas a la obesidad en 2024. |
| Doble |
Posible duplicación del número de personas afectadas para 2030. |
| Tres billones de dólares |
Pérdidas económicas mundiales anuales debido a la obesidad. |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué ha declarado la OMS sobre la obesidad?
La OMS ha calificado la obesidad como una enfermedad crónica y ha publicado su primera guía sobre el uso de medicamentos para bajar de peso, destacando que es un problema de salud mundial que requiere atención integral y a largo plazo.
¿Cuáles son los medicamentos recomendados por la OMS para tratar la obesidad?
La guía se centra en las terapias GLP-1, que incluyen medicamentos como liraglutida, semaglutida y tirzepatida, recomendando su uso a largo plazo en adultos con obesidad, excepto durante el embarazo.
¿Por qué es importante tratar la obesidad?
La obesidad está vinculada con enfermedades graves como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Además, puede afectar negativamente el pronóstico de enfermedades infecciosas y tiene un impacto significativo en los sistemas de salud.
¿Qué factores contribuyen a la obesidad según la OMS?
La OMS enfatiza que la obesidad es una condición compleja que involucra factores genéticos, ambientales, biológicos y sociales, no solo elecciones de estilo de vida.
¿Cómo deben usarse los medicamentos para bajar de peso según la OMS?
Los medicamentos deben utilizarse junto con otras medidas de apoyo, como dietas más saludables y mayor actividad física. La combinación del tratamiento médico con cambios en el estilo de vida es esencial para lograr resultados efectivos.
¿Cuál es el problema actual con el acceso a los medicamentos GLP-1?
A pesar de la creciente demanda, se estima que menos del 10% de las personas aptas tendrán acceso a estos tratamientos para 2030 debido a problemas de producción y distribución. La OMS ha instado a los gobiernos a implementar políticas para mejorar el acceso.
¿Qué riesgos existen con los tratamientos GLP-1?
Existen preocupaciones sobre la escasez de datos sobre seguridad a largo plazo, así como sobre el riesgo de desigualdades en el acceso y la circulación de productos falsificados o de calidad inferior.