Según el plan difundido por las autoridades sanitarias, uno de los principales objetivos del programa, denominado “Hoja de ruta hacia una Finlandia libre de humo”, es evitar que los adolescentes comiencen a fumar.
Entre las novedosas medidas destaca la propuesta de reducir el “atractivo” de las cajetillas de tabaco eliminando las marcas de las mismas e imponiendo un empaquetado estándar.
El Ministerio plantea además una subida progresiva y regular de los impuestos sobre el tabaco y ampliar las zonas libres de humo.
En este contexto propone que las comunidades de propietarios puedan, bajo determinadas condiciones, restringir o prohibir fumar en las propiedades residenciales.
También se prohibiría fumar en los coches particulares en los que viajen menores, en los parques infantiles, en los parques de atracciones y en las playas.
La administración sanitaria se propone bloquear la entrada en el mercado de nuevos productos relacionados con el tabaco, equiparar la regulación de los cigarrillos electrónicos con nicotina a la vigente para el tabaco y prohibir su uso en los mismos lugares.
Junto a estas medidas, se incluye un plan para mejorar el apoyo que prestan los servicios sanitarios a las personas que quieren dejar de fumar.
El 16 % de los finlandeses de entre 15 y 64 años confiesa que fuma a diario, un porcentaje que se ha ido reduciendo progresivamente a lo largo de los últimos años.
Según un reciente informe, un 13 % de los jóvenes de entre 14 y 18 años confesaba fumar a diario, frente al 26 % que se registraba en 2001.
El objetivo del plan del Gobierno es que en 2040 la tasa de fumadores entre los 15 y los 64 años no supere el 2 %.