Entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025, se han registrado 1.180 muertes atribuibles a altas temperaturas en España, un aumento del 1.300% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este incremento se debe a un episodio térmico excepcional, con 76 activaciones del nivel rojo por calor extremo, contrastando con ninguna activación en 2024. Las temperaturas medias alcanzaron un récord de 23,6ºC en junio, superando los máximos históricos. La mayoría de las víctimas eran mayores de 65 años, siendo Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria las comunidades más afectadas por este fenómeno climático.
La noticia destaca las recomendaciones para prevenir los efectos de las altas temperaturas sobre la salud. Se aconseja evitar la exposición prolongada al sol, beber agua con frecuencia, utilizar protección solar y vestir ropa ligera. Además, se indica que los empresarios deben adaptar las condiciones laborales y horarios, e incluso suspender actividades durante las horas de calor extremo.
Debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres son algunos de los efectos negativos que las altas temperaturas pueden tener sobre nuestra salud y que afectan especialmente a la población infantil y a las personas mayores.
El Ministerio de Sanidad mantiene activo el Plan Nacional de actuaciones preventivas frente a los efectos de los excesos de temperatura sobre la salud.
Para prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de los ciudadanos, especialmente en los grupos de riesgo o más vulnerables, tales como ancianos, niños y enfermos crónicos, así como en las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre, os dejamos este decálogo de recomendaciones generales...