Según revela un estudio liderado por la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg de Baltimore, presentado recientemente en el encuentro anual de la Asociación Americana de Salud Pública de Chicago y que ha analizado 500 sitios online de colectivos antivacunas, más de dos tercios de las webs antivacunas utilizan falsas evidencias científicas y anécdotas personales para convencer de que las vacunas son peligrosas. El estudio ha constatado que estas webs contienen una cantidad considerable de desinformación y pseudociencia y recurren a anécdotas personales para generar polémica y lanzar falsas evidencias sobre los peligros de las vacunas.
Las vacunas son uno de los métodos preventivos preferidos por los profesionales sanitarios. Han salvado millones de vidas a lo largo de la historia y han cambiado el patrón epidemiológico de numerosas enfermedades infecciosas. Para la Organización Mundial de la Salud las vacunas son la herramienta de salud pública más relevante y que más vidas ha salvado después de la potabilización del agua. En este sentido,“desde Sanofi Pasteur MSD, como compañía especializada en vacunas, queremos recalcar el alto grado de innovación y la complejidad de fabricación de las vacunas, debido en gran medida, a los exhaustivos controles que se llevan a cabo para garantizar su eficacia y seguridad. Los ensayos clínicos para desarrollar una vacuna son más extensos y costosos que para cualquier medicamento y su proceso de fabricación es tan complejo y con tantos controles de calidad y seguridad que puede llegar a tardarse entre 6 s a 20 meses en fabricarlas”,declara Carlos Guzman, Director Médico de Sanofi Pasteur MSD.
De hecho, este mismo estudio, revela que los sitios webs destinados a informar acerca de los beneficios de las vacunas, se basan en investigaciones científicas contrastadas y avaladas. “Toda información acerca de vacunas o tratamientos debe ser rigurosa, contrastada y estar basada en la evidencia científica. Los medios de comunicación y los periodistas han de ejercer de forma responsable su inestimable labor informativa y acercar los beneficios de la prevención al público general con un lenguaje sencillo, claro, pero riguroso", destaca Marta Reyes.
El estudio también revela que el 66% de las webs antivacunas analizadas, utilizan alusiones a evidencias científicas que en realidad no lo son. Y 3 de cada 10 recurre a anécdotas para apoyar estas afirmaciones. "Esto provoca confusión entre los padres y pone en peligro la confianza en las vacunas, necesaria para garantizar la correcta protección de la población y las altas coberturas vacunales, requeridas para eliminar o controlar la circulación de los principales virus infecciosos evitables", afirma Marta Reyes. "Comportamientos informativos
irresponsables ponen en peligro las recomendaciones y decisiones en salud pública adoptadas por los profesionales sanitarios, sociedades científicas y autoridades sanitarias en base a los beneficios clínicos y reales demostrados por las vacunas", destaca Reyes.
Sobre el estudio
Los investigadores han analizado webs de referencia que contienen información sobre vacunas infantiles. Para ello, han utilizado los buscadores google, Bing, Yahoo y Ask Jeeves con términos como “peligros inmunización”,“peligro vacuna” y también han buscado tendencias de Google. Tras la eliminación de duplicados, han obtenido una selección de sitios web personales, blogs, páginas de Facebook y webs de salud. En el análisis, se codificó el contenido de la desinformación sobre vacunas, la fuente de esa información errónea y el tipo de
tácticas de persuasión utilizadas.