Si tienes entre 50 y 69 años y vives en una comunidad autónoma donde ya está implantado el programa de cribado de cáncer colorrectal, recibirás una carta recordándote la necesidad de hacerte el test de sangre oculta en heces (TSOH). Si todavía no está implantado el programa, puedes hablar con tu médico de cabecera, y que valore la posibilidad de realizarte las pruebas oportunas.
Si todavía no tienes 50 años, conviene que sigas leyendo, que recuerdes la importancia y beneficios de estas revisiones y que difundas el mensaje a las personas más cercanas a ti que sí están incluidas en la franja de edad de riesgo.
Paso uno, prueba indirecta o TSOH. Esta prueba es tan sencilla que puedes realizarla en casa. El objetivo es comprobar si hay sangre en las heces. En el caso de que el resultado sea negativo, enhorabuena, no tienes que volver a hacerlo hasta dentro de dos años. Si ha dado positivo, no te preocupes, el sangrado puede estar ocasionado por diferentes razones, la mayoría de las veces por lesiones benignas pero para saber el motivo exacto debes someterte a una prueba más directa.
Paso dos, prueba directa o colonoscopia. Con ella se precisa el origen de la sangre aparecida en las heces. Esta prueba requiere una preparación dietética previa para limpiar bien el intestino y se realiza en el hospital de manera ambulatoria. Con ella se confirma si existen lesiones benignas, premalignas o cáncer de colon.
Paso tres, diagnósticos y tratamiento.
* Pólipos precancerosos. Son las lesiones que preceden al desarrollo del cáncer de colon y que se suelen extirpar durante la colonoscopia. En la mayoría de los casos no se precisa más tratamiento. Pasarías a hacerte revisiones periódicas.
* Cáncer colorrectal. Lo más frecuente es detectarlo en fases tempranas cuando se realizan revisiones de cribado periódicas. Una intervención a tiempo aumentará la garantía de un buen pronóstico.