La presbicia o vista cansada aparece cada vez antes fruto de un mayor uso de ordenadores, 'tablets' y teléfonos móviles, lo que a su vez ha adelantado también la evolución de este problema, las cataratas, que se están empezando a ver en personas de 45-50 años, diez años antes que lo que era más común hasta ahora.
"Ahora se fuerza mucho más la visión, porque todo el mundo va con teléfono móvil y lee de todo a través del ordenador, lo que ha adelantado este problema visual", según el director médico del Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT), Emilio Juárez.
Este problema es la evolución natural de la presbicia que afecta al cristalino y por el que el ojo empieza a tener problemas para enfocar. "Empieza a calcificarse por la parte de los polos e impide que el cristalino se pueda contraer y estirar", ha explicado en declaraciones a Europa Press. Cuando se calcifica por completo aparece la catarata, que provoca una visión "borrosa o empañada".
Además, en las consultas han visto que la catarata que aparece en personas más jóvenes es una muy específica llamada cortical, que se caracteriza por ver bien pero presentar molestias con la luz.
"La sensación de llevar un cristal sucio es constante, la calidad visual es mala, aunque la cantidad de visión sea la misma. Y como la vida no es blanco o negro sino que tiene una carta de colores muy amplia, cuando la visión está distorsionada uno tiene buena agudeza visual pero de muy mala calidad", según Juárez.
El tratamiento consiste en el uso de cirugía láser para "licuar" esa lente patológica que no funciona bien y luego, con un inyector similar a un bolígrafo, implantar una lente que puede ser mono o multifocal, para permitir ver de lejos y de cerca.
La intervención está cubierta por el Sistema Nacional de Salud (SNS), aunque existe lista de espera que actualmente está en torno a los 60 días de media, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad.
No obstante, en este caso se opera la catarata solo cuando al paciente le queda un 30-40 por ciento de visión, cuando "ya es invalidante y empiezas a tener dificultades en el día a día, afecta a la conducción o a la visión durante el día", explica Juárez.
Cuando se hace en centros especializados privados, la cirugía puede hacerse en cualquier momento de la enfermedad ya que "al hacerse con láser la seguridad de la cirugía es muy alta", mientras que antes se recomendaba que la catarata estuviera madura para ser operada.
De hecho, ha añadido Juárez, ahora se ha visto que "cuanto peor es la visión y hay más endurecimiento en la calcificación de la catarata y haya más riesgo durante la cirugía". La operación dura apenas unos 5-7 minutos por ojo y en 24-48 horas se recupera el 100 de visión.
"Una catarata no tratada a tiempo conlleva otras patologías asociadas como la presión ocular, o puede enmascarar enfermedades de la retina que no se ven porque está catarata", ha explicado este experto. También asegura que es compatible con otras cirugías e incluso puede combinarse con la corrección de otro problema visual en una misma intervención. Además, los pacientes operados de presbicia nunca desarrollarán cataratas porque en esa cirugía se actúa directamente sobre el cristalino.