El conflicto que tiene lugar en Yemen ha devastado la infraestructura del país, lo que ha provocado diversas catástrofes, como la reciente crisis de cólera. Pero el daño que ha sufrido el sector de la salud del país es tan amplio que los pacientes con enfermedades crónicas no pueden recibir los tratamientos vitales que necesitan.
Desde que comenzó el conflicto, en 2015, han muerto veinticinco de cada cien pacientes de diálisis por año, lo que resulta estremecedor. Se necesitan con urgencia más insumos y máquinas para diálisis en buen estado de funcionamiento, así como fondos para pagar la remuneración del personal, a fin de lograr que no aumente el índice de mortalidad entre los 4.400 pacientes con insuficiencia renal registrados en Yemen.
"Las necesidades urgentes de los pacientes de diálisis demuestran cómo el conflicto ha devastado el sistema de salud de Yemen, lo que afecta negativamente a muchas personas con necesidades de atención médica de largo plazo", dijo Alexandre Faite, jefe de la delegación del CICR en Yemen.
El traslado hacia los centros de diálisis suele ser una odisea, a raíz de los puestos de control y de la inseguridad. Anis Salé Abdalá, de 42 años de edad, debe recorrer unos 250 kilómetros desde su domicilio en Lahj para asistir dos veces por semana al centro de diálisis que recibe apoyo del CICR en el hospital de Al Jumhuria, en Adén.
"El viaje no solo es muy costoso, sino también muy largo y penoso. Estoy muy débil para hacerlo", dijo el señor Abdalá, que se ha visto obligado a faltar a algunas de las sesiones debido a que el viaje era demasiado peligroso.
De los 32 centros de diálisis que Yemen tenía antes del conflicto, cuatro han cerrado; los otros 28 tienen dificultades para prestar servicios, dado que muchas máquinas están averiadas, faltan insumos básicos y el personal no ha recibido su remuneración. Los pacientes normalmente necesitan tres sesiones semanales de cuatro horas. En Yemen, a raíz de la fragilidad de la situación, el número de sesiones ha tenido que reducirse a dos por semana.
"La reducción del número de sesiones semanales causa mayores efectos colaterales e implica una peor calidad de vida. Sin la diálisis, el resultado es fatal", dijo el señor Faite. "Es imperioso prestar apoyo urgente a las autoridades yemeníes para que los centros de diálisis que siguen en funcionamiento puedan brindar tratamiento y responder a las apremiantes necesidades de los pacientes con insuficiencia renal".
El CICR presta apoyo a cinco centros de diálisis en Yemen, en las localidades de Saná, Adén, Shabwa, Mahwitt y Hajja.