Los sistemas de vigilancia epidemiológica deberán suministrar información diaria sobre la evolución de la pandemia para la toma de decisiones, con nuevos indicadores y con un nivel de desagregación detallado que permita adoptar reacciones rápidas en caso de nuevos brotes.
Para ello, las comunidades autónomas deberán reforzar las capacidades en AP y "todos los sistemas de información para poder tener una adecuada transmisión de datos". Un nuevo plan para ampliar la capacidad de detección precoz de cualquier caso de infección activa que pueda transmitir el nuevo coronavirus.
El objetivo de esta estrategia de vigilancia y control es el de dar respuesta a la capacidad de detección precoz, el aislamiento de nuevos casos sospechosos y confirmados, así como la vigilancia y diagnóstico de los contactos estrechos, que constituyen el eje central para poder acometer la fase de transición con las máximas garantías.
La Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, en la que participan, junto al Ministerio de Sanidad, representantes de todas las comunidades autónomas, es el órgano de gestión dependiente de la Comisión de Salud Pública que trabaja en esta estrategia de diagnóstico precoz, vigilancia y control.