“Son resultados que se ven en la consulta todos los días”
Los resultados finales, en los que colaborarán 1.500 personas frente a los 982 que han participado en este corte, llegarán en octubre. Gracias a ellos se iniciará un trabajo de investigación conjunta con los afectados que durará al menos dos años y con el que se pretende averiguar con más precisión qué les está sucediendo, por qué, y cómo manejarlos más adecuadamente para responder a sus necesidades asistenciales.
Reconocimiento como tal de la enfermedad Covid persistente
Aún no existe un reconocimiento como tal de la enfermedad Covid persistente en España, algo por lo que está luchando la alianza Long covid ACTS. Esta entidad aglutina a todos los enfermos de coronavirus persistente del país, los cuales forman a su vez unidades independientes en cada comunidad autónoma.
Ahora, han presentado un manifiesto donde exigen a las autoridades sanitarias una mayor asistencia y atención, y hacen hincapié precisamente en los protocolos: “El problema es que en España solo se están tratando a pacientes bajo el protocolo impuesto a aquellos que den positivo en el test”, explica Beatriz, miembro de la delegación en Madrid, quien añade que “eso deja fuera a buena parte de los afectados por long covid, que cuando mostraron los primeros síntomas aún no había disponibilidad de PCR, y cuando los ha habido han resultado en muchos casos negativo”.
Los protocolos son por tanto condición para que los afectados puedan ser atendidos en las consultas de atención primaria de una forma estandarizada —hasta ahora, el tratamiento, el abordaje, y el número de pruebas diagnósticas que se hacen varía en función de cada médico—, sobre todo porque se ha observado que la covid persistente puede afectar a todos los órganos del cuerpo y presentar infinidad de síntomas.
Todo tipo de síntomas
Algunos estudios, como el realizado por la Universidad de Leeds (Inglaterra) publicado a finales de julio por la Journal of Medical Virology, señalan que los más frecuentes en pacientes de covid persistente que fueron previamente hospitalizados son la fatiga, falta de aire, angustia psicológica, y un deterioro general de la calidad de vida.
Más allá de eso, se pueden dar en mayor o menor grado todo tipo de síntomas, como dermatológicos (urticaria, rash, alopecia), digestivos (dolor abdomnial, dispepsia, pirosis, flatulencia, diarrea...), neurológicos (cefalea, parestesias, anosmia/cacosmia, disgeusia, dispraxia, déficit de memoria, mareos…), oftalmológicos (diplopía, nistagmo, visión borrosa/ojo seco…), otorrinolaringológicos (odinofagia/disfagia, disfonía, aftas bucales, acúfenos/hipoacusia…), osteomusculares (artralgias y mialgias, calambres musculares…), psicológicos (ansiedad, fobias, apatía, trastornos del sueño, TOC...), respiratorios (disnea, tos, opresión torácica…), cardíacos (palpitaciones, hipotensión ortostática, hipertensión arterial, síncope, taquicardia, bradicardia sinusal…) y de coagulación (hematomas, microtrombosis, lesiones acrales…).
Al tratarse de una enfermedad que afecta especialmente a los pulmones, se han publicado ya algunos estudios enfocados directamente en el daño de éstos en pacientes covid persistentes. En una revisión sistemática realizada por un equipo de científicos de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, se utilizaron imágenes TC de pulmones de 919 pacientes obtenidas de estudios previos, y se observó que la parte de los lóbulos inferiores es la que se daña con mayor frecuencia.
Otro, en este caso austriaco, concluyó que el daño pulmonar disminuye con el tiempo: el 88% de los participantes presentó daño visible durante 6 semanas tras haber sido dados de alta; luego este número descendió hasta el 56% a las 12 semanas.
No obstante, estos son solo algunos estudios preliminares de una enfermedad de la que aún se sabe poco, pero que con el paso del tiempo cada vez es más urgente abordar: “Cuando se pregunta a los pacientes cuál es su estado actual de salud, del 1 al 10, siendo 10 máximo nivel, después de una media de 120 días de síntomas, nos manifiestan que es 4,94, es decir, 5 raspado”, afirma Rodríguez Ledo. Y concluye: “Su afectación es importante, más allá de que nosotros sepamos canalizarlo o no”.