Tras un año muy complicado, a nivel social y sanitario, debido a la pandemia causada por el Covid-19, muchas son las personas que se han visto en una situación que no se esperaban y han acudido a este tipo de seguros con el fin de dejar todo atado, más que nada por precaución. A continuación, te damos algunas claves para que un imprevisto no suponga un verdadero quebradero de cabeza, ni para ti mismo ni para los tuyos…
Llevamos más de un año de pandemia y las cosas no han sido fáciles. Miles de personas se han visto abocadas a una situación que no se esperaban, ya sea por la muerte de algún familiar o de alguien conocido que, para mayor desgracia, no tenía todo atado.
En estos momentos tan dolorosos, las personas no tenemos la cabeza donde tiene que estar. Por ello, no es de extrañar que cobren especial aceptación entre la población los seguros de decesos, cuya contratación ha sido del todo demandada en los últimos meses, en los que decenas de miles de personas perdían la lucha en nuestro país contra un virus que paralizó el mundo sin avisar.
Pero, ¿es de verdad necesario? ¿En qué nos puede ayudar?
No solo lo consideramos esencial, sino totalmente necesario para que, llegado el momento, nuestro entorno no tenga que preocuparse de nada más que de superar el duelo. Y es que la cobertura de este tipo de seguros cubre todo tipo de gestiones, desde el traslado hasta el propio funeral, el entierro o la incineración, entre muchos otros cometidos que han de llevarse a cabo cuando llega el momento.
Ser previsores nos da además tranquilidad, porque toda asistencia queda cubierta con todas las garantías incluso cuando nos encontramos en contextos que se salen fuera de lo normal, como por ejemplo si sucede algo en un viaje, con todo lo que supone el traslado nacional e incluso internacional de la persona fallecida, o la propia asistencia de los familiares o acompañantes en este duro intervalo.
Ni que decir tiene que este tipo de seguros cubren además otras partes del proceso muy a tener en cuenta como pueden ser el asesoramiento jurídico y legal, e incluso otra fase muy importante previa a cualquier acontecimiento, que es el testamento.
Por todo esto, y sobre todo en los tiempos que corren, consideramos que estamos ante una pequeña acción que puede hacernos descansar en paz, incluso en vida.