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Los peligros que entraña beber alcohol

María Gonzalez | Lunes 17 de abril de 2023
Según un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el consumo de alcohol puede causar daño cerebral incluso después de dejar de beber. Además, se ha descubierto que la bebida aumenta la capacidad adictiva y cambia la geometría cerebral. Estas alteraciones pueden persistir durante las primeras seis semanas de abstinencia.

De acuerdo con un informe del centro de investigación publicado el lunes, el alcohol es la sustancia psicoactiva más utilizada en España por personas entre 15 y 64 años, según la encuesta Edades 2019. El consumo de alcohol afecta el sistema nervioso y puede provocar cambios en el estado de ánimo, percepción, pensamientos, sentimientos y comportamiento.

A pesar de que existen más de 200 enfermedades asociadas al consumo de alcohol y que causa aproximadamente tres millones de muertes en todo el mundo cada año, la percepción del riesgo por parte de los jóvenes que lo consumen es baja.

Un estudio realizado por el Instituto de Neurociencias (CSIC-UMH) en Alicante y el Instituto Central de Salud Mental de la Universidad de Heidelberg en Alemania, ha demostrado que los efectos negativos del alcohol en el cerebro no se detienen después de dejar de beber, según los resultados obtenidos mediante una resonancia magnética.

Según el investigador del CSIC, Santiago Canals, responsable del grupo de Plasticidad de las Redes Neuronales del Instituto de Neurociencias, su investigación demostró que el daño en el cerebro causado por el alcohol sigue progresando durante la abstinencia. Esto fue sorprendente ya que antes se creía que la toxicidad directa del alcohol cesaba al dejar de beber.

"Resonancias magnéticas" se refiere a un tipo de examen médico que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas del interior del cuerpo.

Un estudio publicado en la revista "JAMA Psychiatry" encontró que después de seis semanas de dejar de consumir alcohol, todavía se producen cambios en la sustancia blanca del cerebro en un grupo de 91 pacientes voluntarios hospitalizados en Alemania para su tratamiento de rehabilitación por trastorno por consumo de alcohol. La edad media de los pacientes era de 46 años.

Se compararon las resonancias magnéticas cerebrales de pacientes con problemas de bebida con un grupo control compuesto por 36 varones con una edad media de 41 años.

Según lo indicado por Canals, es importante destacar que el grupo de pacientes en cuestión participaba en un programa de desintoxicación y se les controlaba el consumo de sustancias adictivas. Esto permitía garantizar la ausencia de consumo de alcohol y hacer un seguimiento fiel de la fase de abstinencia, período crítico debido a que las recaídas pueden llevar a cronificar el consumo de alcohol.

Además, se mencionó que aunque la toxicidad del alcohol desaparece al dejar de beber, los efectos en el cerebro continúan avanzando.

Los investigadores consideraron que la progresión de los daños en el cerebro de los alcohólicos se debe a un proceso inflamatorio que continúa incluso sin consumo de alcohol. Según Canals, esto podría estar relacionado con la facilidad de recaída durante el periodo crítico de abstinencia.

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