Comer menos pero de forma más frecuente y sin prisas está asociado a una menor cantidad de grasa corporal, al margen de la actividad física que se realice.
Un nuevo estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), adscrito al CSIC, demuestra que ciertos hábitos saludables, como comer más de cuatro veces al día y hacerlo de forma pausada, se relacionan con una menor cantidad de grasa corporal, independientemente de la actividad física que se realice durante el tiempo libre. La información relativa a la grasa se obtuvo a través de la suma de seis pliegues cutáneos y de la circunferencia de la cintura de 1.978 adolescentes (1.017 chicas) entre 13 y 18 años; también se evaluó el papel de la actividad física en el tiempo libre. Los chicos medían y pesaban más, además de poseer un mayor perímetro de la cintura y de comer de forma más rápida. Sin embargo, en ellos la grasa acumulada era menor. También se observó que la influencia benéfica del desayuno puede ser especialmente relevante en los adolescentes varones que no practican ninguna actividad física, ya que los que se saltaban esta comida mostraban los valores de grasa corporal más altos.