Un estudio publicado por la Sociedad de Curación de Heridas y la Sociedad Europea de Reparación Tisular revela que la medicina hiperbárica puede evitar amputaciones por úlceras isquémicas o arteriales. Estas úlceras se producen en pacientes con arteriopatía periférica, un trastorno común que suele afectar a los hombres mayores de 50 años. En el estudio se incluyeron pacientes cuyas úlceras no habían sido curadas con otros tratamientos.
Casi el 44% lo consiguieron con la medicina hiperbárica. Ninguno de los pacientes cuyas úlceras fueron curadas sufrió amputaciones, frente al 42% de los que no funcionó el tratamiento. Las personas en mayor riesgo de úlcera arterial son quienes han sufrido hipercolesterolemia, diabetes, cardiopatía, hipertensión, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular o tabaquismo según la Guía de práctica clínica para la prevención y cuidados de las úlceras arteriales elaborada por la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía. El tabaquismo es el factor de riesgo más importante, según los autores de la guía. La incidencia de úlceras de origen arterial entre grandes fumadores (más de quince cigarrillos al día) es quince veces superior a los no fumadores. El consumo de tabaco asociado a la diabetes eleva este riesgo a 3,3 y a 6,3 si además se asocia hipertensión arterial. La medicina hiperbárica consiste en la aplicación de oxígeno a alta presión en cámaras hiperbáricas, “lo que permite vascularizar las heridas y ayudar a su cicatrización”, explica el doctor Fernando González, coordinador médico del Hospital San Francisco de Asís de Madrid, que cuenta con un nuevo sistema de tratamiento de heridas con medicina hiperbárica. El sistema Ulcemed consiste en la aplicación de oxígeno hiperbárico de gran pureza a través de cámaras monoplaza de alta presión (hasta 3 atmósferas) en un programa pautado con la intervención de cuidados de enfermería. Regeneración de tejidos y vasos Los pacientes con arterosclerosis, al igual que los diabéticos, “sufren una deficiencia de oxígeno en sangre (hipoxia) que puede originar la aparición de úlceras difíciles de curar”, comenta el doctor González. La medicina hiperbárica “ha demostrado que frena la hipoxia, produce colágeno, fibroblastos y nuevos vasos sanguíneos (neoangiogénesis), controla mejor la infección, y aumenta el flujo de sangre, lo que permite que los tejidos se regeneren y se acelere la cicatrización”, añade. En el caso de la diabetes, un estudio publicado en el último número de la revista Foot Ankle Surgery revela que “el oxígeno hiperbárico podría estar asociados con la curación de úlceras en úlceras de pie diabético seleccionadas de difícil cicatrización”. Las úlceras diabéticas son la causa más frecuente de amputación no traumática de la extremidad inferior en España, pues siete de cada diez se deben a esta patología, según la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV).