Las decisiones más equivocadas se toman, generalmente en momentos de máxima alegría, tristeza profunda o furia descontrolada
Cuando se presenta un problema o una frustación explotar en cólera es cada vez más frecuente, esto trae nefastas consecuencias para los que desatan su ira y para su entorno.
La ira o rabia es una emoción que se expresa con el resentimiento, furia o irritabilidad. Los efectos físicos de la ira incluyen aumento del ritmo cardíaco, presión sanguínea y niveles de adrenalina y noradrenalina. Algunos ven la ira como parte de la respuesta cerebral de atacar o huir de una amenaza o daño percibidos. La ira se vuelve el sentimiento predominante en el comportamiento, cognitivamente, y fisiológicamente cuando una persona hace la decisión consciente de tomar acción para detener inmediatamente el comportamiento amenazante de otra fuerza externa. La ira puede tener muchas consecuencias físicas y mentales.
Las expresiones externas de la ira se pueden encontrar en la expresión facial, lenguaje corporal, respuestas fisiológicas, y ,en momentos, en actos públicos de agresión.
La ira es una activación fisiológica en la que se puede perder claridad frente a los pensamientos.
La sangre se va para las extremidades del cuerpo. Llegando a la boca, ojos, dedos, manos y pies, con el fin de salir y es por eso que el ser humano en momentos de ira siente la necesidad de salir corriendo o defenderse. Generalmente, se manifiesta ofendiendo a los demás, gritando, golpeando con los puños, manoteando, o dando patadas.
Estas explosiones pueden afectar la salud y sus relaciones personales. Si esto le pasa con frecuencia, lo mejor es iniciar una terapia para aprender a controlarla, aprender a respirar y practicar la relajación. Puede empezar por la dieta, eliminar el exceso de azúcar y carbohidratos. Incluir en la dieta salmón y productos integrales para ayudar a aumentar el control.
¿Cómo controlarla?
•Con pensamientos que lleven a solucionar el problema.
•Con terapias que permitan desahogarse y controlar impulsos violentos.
•Entrenamiento progresivo (Aprendiendo a pensar).
•Preventivamente: en edades tempranas, hay que enseñarle a pensar a los niños.
•Ir a un parque, hacer relajación , meditación , bailar.
Tips:
•Tomarse un vaso de agua.
•Contar hasta diez.
•Hacer ejercicio.