Redacción | Martes 15 de julio de 2014
Los niños y las personas mayores de 65 años son los más expuestos a sufrir un golpe de calor. Aprende cómo identificar sus síntomas y cómo debemos actuar para tratarlo lo más rápido posible y evitar problemas mayores.
El hombre precisa mantener una temperatura constante. Mediante la termorregulaciòn tenemos la capidad de regular la temperatura optimamente ya que el medio ambiente es variable.
Cuando la temperatura externa es tan alta (o tan baja) que se rebasan las posibilidades de termorregulación surgen los trastornos. El calor puede actuar sobre todo el organismo o sólo sobre una parte, y también indirectamente.
Los trastornos por calor son el resultado del fracaso de los mecanismos fisiológicos que mantienen la temperatura corporal ante una sobrecarga de calor interno o ambiental. El golpe de calor es el transtorno por calor más grave.
El golpe de calor es una urgencia médica grave que puede provocar la muerte, consiste en un cuadro clínico complejo caracterizado por una hipertermia incontrolada que causa lesiones en los tejidos. Cuando la temperatura corporal sube por encima de los 40º el cuerpo humano que tiene una temperatura de 37º y es muy variable a los cambios externos, pone en marcha su mecanismo de regulación de temperatura, como es el sudor, y dsitribuye el calor mediante la sangre y lo expulsa al exterior.Cuando se sufre un golpe de calor todos estos mecanismo dejan de funcionar, sube la temperatura y se pierden liquidos corporales. Todo esto eleva la provabilidad de padecer daños neurologicos e ictus.
La capacidad de soportar el calor varía de unos individuos a otros, pero todos disponemos de un sistema de refrigeración consistente en que la circulación de la sangre se pone en contacto con la piel, a través de la cual se difunde el calor hacia la atmósfera.
Entre los síntomas más importantes que nos pueden indicar que alguien está sufriendo un golpe de calor podemos encontrar:
- Mareo.
- Confusión, desorientación.
- Sudoración excesiva al principio, con posterior falta de sudor.
- Enrojecimiento y sequedad de la piel.
- Fiebre con temperatura corporal de más de 39,4º (llegando hasta los 40 y 41º).
- Comportamiento inadecuado, como por ejemplo, comenzar a quitarse ropa sin importar el sitio donde se encuentre.
- Aceleración del ritmo cardíaco con latido débil.
- Dolor de cabeza.
- Inconsciencia.
- Ataques con convulsiones.
El golpe puede comenzar con irritabilidad, incoherencia, confusión... y más tarde con delirio, convulsiones y coma. Se dan posturas de descerebración (estado de rigidez de las cuatro extremidades con los brazos extendidos y girados hacia el cuerpo y las piernas rectas con los dedos de los pies apuntando hacia abajo) y pupilas fijas (dilatadas), síntomas todos ellos reversibles con enfriamiento precoz. También son frecuentes los vómitos y la diarrea.
Como debemos actuar:
- Poner a la persona en un sitio fresco a la sombra, y colocarle los pies en alto. De continuar al sol, la temperatura no descendería e incluso podría subir más.
- Llamar al teléfono de urgencias.
- Desvestir a la persona e intentar disminuir la temperatura corporal, colocando tela mojada o hielo en las axilas o ingles.
- Si es posible, mover a la persona afectada a zonas con aire acondicionado o ventilador.
- Si la persona tiene una temperatura superior a 40ºC bañarla con agua fría hasta llegar a 38ºC. En ese momento se debe dejar de aplicar frío para evitar posibles hipotermias.
- Controlar cada 15 minutos la temperatura, para que en el caso que suba someterle a tratamientos más fríos.
- Que hace ante un golpe de calor:
- Evitar el ejercicio o la actividad intensa en las horas de pleno calor. Las personas mayores deben permanecer en casa durante estas horas.
- No es conveniente quitarse la camisa si siente calor y está al sol. El tejido retiene humedad que desaparece al quitarnosla.
- Nunca realizar deporte o caminatas duras solo, siempre hacerlo al menos con alguien más para que uno de los dos atienda al otro en caso de un golpe de calor
- No exponerse demasiado al sol durante los primeros días que nos enfrentemos a altas temperaturas.
- No beber alcohol ni excitantes, ya que aumentan el metabolismo y con ello la temperatura corporal.
- Evitar las comidas grasas, su digestión proporciona más calorías al organismo. También evitar comidas muy calientes.
Existen ciertas medidas que nos ayudarán a la hora de enfrentarnos al calor del verano y evitar así un golpe de calor:
- Beber muchos líquidos aunque no se sienta sed.Resulta recomendable tomar al menos 2 litros diarios. Sobre todo estar atentos con los ancianos y los niños pequeños.
- Vestir con ropa ligera, clara y de algodón, que permita la transpiración. Las fibras acrílicas dificultan la transpiración y retienen más calor.
- Aclimatarse gradualmente al calor, dejar que el cuerpo se acostumbre a los cambios de temperatura.
- Comer comida ligera y fresca, a ser posible alimentos vegetales naturales crudos (ensaladas, frutas y verduras).
- No permanecer en vehículos estacionados o cerrados.
- Descansar de vez en cuando si se realiza trabajo o ejercicio físico duro. Si se sienten síntomas de mareo, dejar de trabajar y descansar un rato a la sombra.
- Si permanecemos en casa, intentar mantener el interior fresco y bien ventilado