Los responsables de la piscina alegan que «podía contaminar el agua».
Rebecca Hough, de Torpoint, Cornwall, daba el pecho a su bebe de 10 meses cuando el director de la piscina, se le acercó para pedirle que se marchara, según ha publicado el Tabloide Mirror.
Se encontraba a pocos metros de la piscina publica y podía contaminar el agua según los responsables de las instaciones. Esta madre britanica de 23 años se quedó sorprendia por el trato recibido, y afirmó que el «bebé estaba un poco hambriento y decidió darle en pecho para calmarlo».
«Me sentí muy avergonzada porque se me pidiera salir cuando yo no estaba haciendo nada malo», explicó la joven madre que no entiende este comportamiento.
Después de lo ocurrido y tras la publicación de la noticia, la mujer recibió una carta de disculpa del centro de ocio, donde ocurrió el incidente, explicándole que el interés del lugar era« la salud y la seguridad». La Ley de Igualdad británica de 2010 establece que es ilegal discriminar a una madre por amamantar en público.