Esta petición viene motivada por las informaciones según las cuales el hospital de Fuenlabrada habría entregado a una clínica privada de la localidad madrileña de Brunete datos de pacientes con el propósito de aligerar su lista de espera, sin contar para ello con el visto bueno de sus médicos y de los propios pacientes.
El alcalde en funciones de la localidad, Francisco Javier Ayala, explica en un comunicado que "el ayuntamiento es contrario a ningún tipo de externalización o privatización de servicios públicos como es el caso de la sanidad o de la educación", al mismo tiempo que expresa su preocupación "por el hecho de que los datos personales y secretos de los pacientes tratados en el centro hospitalario hayan llegado a manos de un centro privado sin permiso de los pacientes".