Elsa Bernaldo de Quirós | Domingo 05 de octubre de 2014
La exposición al humo de los cigarrillos puede dañar la fertilidad de los descendientes varones.
Fumar durante el embarazo y la lactancia resulta dañino para la fertilidad de los hijos. Un grupo de investigadores australianos ha descubierto ahora otra posible consecuencia: la exposición al humo de los cigarrillos puede dañar la fertilidad de los descendientes varones.
Los científicos de la University of Newcastle expusieron durante un período de seis semanas a un grupo de 27 ratones hembra a una cantidad de humo equivalente a 24 cigarrillos en seres humanos. A continuación, dejaron que los animales se aparearan y continuaron exponiéndolas al humo durante el embarazo y la lactancia. Se examinó periódicamente a los 108 descendientes macho (del ensayo y del grupo de control) hasta su madurez.
Según explicó la directora del estudio, Eileen McLaughlin: «Nuestros resultados muestran que los descendientes macho de madres "fumadoras" tienen menos espermatozoides, que se desplazan mal, presentan anomalías en las formas y no se fijan a los óvulos durante los estudios de fertilización in vitro. En consecuencia, estas crías son subfértiles o infértiles cuando alcanzan la madurez».
El tabaquismo había incluso dañado las células madre en los testículos, como sus núcleos y mitocondrias. El informe indica que este daño en el ADN podía también resultar, en última instancia, en un aumento del riesgo de malformaciones y cáncer en los hijos de estos hombres. McLaughlin afirmó: «Por desgracia, en estos momentos un 25 por ciento aproximado de mujeres jóvenes continúa fumando durante su embarazo o lactancia, por lo que la fertilidad de sus hijos podría resultar dañada».
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