Rafa Bernaldo de Quirós | Martes 07 de octubre de 2014
El virus del ébola se transmite por contacto directo con la sangre u otros líquidos corporales de personas infectadas, según explica el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en su página web.
El documento recoge que esta enfermedad no se transmite a través del aire, contrariamente a la gripe, sino por contacto directo con líquidos corporales (como la sangre, saliva u orina) de personas infectadas, vivas o muertas. Esto incluye el contacto sexual sin protección con los pacientes durante las siete semanas siguientes a su restablecimiento.
En los 21 días tras el contacto, la enfermedad puede declararse con fiebre, dolores musculares, debilidad, dolor de cabeza y dolor de garganta. La siguiente fase se caracteriza por vómitos, diarrea y disfunción hepática y renal, aunque algunos pacientes pueden presentar intensas hemorragias internas y externas así como insuficiencia multiorgánica.
Asimismo, el virus puede contraerse a través del contacto directo con sangre u otros líquidos corporales de animales salvajes, vivos o muertos, como monos, antílopes selváticos y murciélagos, si bien los mosquitos no transmiten la enfermedad.
Las prendas u objetos contaminados con el virus del ébola se pueden tratar con jabón, lejía y es posible destruirlo con el lavado de la ropa en la lavadora, indica el documento. Además, sobrevive durante poco tiempo en superficies que están al sol o que se han secado.