Elsa Bernaldo de Quirós | Viernes 10 de octubre de 2014
El 16% por ciento de los alumnos que utilizan los comedores escolares siente un rechazo innato a probar alimentos nuevos.
El 16% por ciento de los alumnos que utilizan los comedores escolares siente un rechazo innato a probar alimentos nuevos, según una de las conclusiones de la tesis doctoral realizada en la Universidad de Murcia por Alejandra Rodríguez Tadeo.
Este trabajo de investigación, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, se ha ocupado de analizar la aceptación sensorial de los alimentos ofertados en los comedores escolares y los hábitos de vida asociados al estilo de dieta mediterránea en colegios de Murcia.
Según esta tesis doctoral, la valoración sensorial de los alimentos servidos en el comedor escolar es adecuada para determinar las preferencias alimentarias de los usuarios del servicio, “pero no predice la cantidad consumida de vegetales y frutas”.
El estudio ha permitido comprobar igualmente que los menús servidos, salvo algunas excepciones, son correctos cualitativamente, ya que cumplen con la mayoría de los estándares de calidad, “aunque podrían mejorarse con recomendaciones simples”.
La autora del trabajo expone también en sus conclusiones que “un hallazgo importante fue que la valoración hedónica –la que mide las preferencias del consumidor- predijo la cantidad consumida de algunos platos, sobre todo, ensaladas, ya que existe una relación directa con los residuos”.
Por otra parte, en cuanto a la neofobia alimentaria, la tesis doctoral señala que alcanza el 16 por ciento, “sin diferencia entre sexo, ciclo escolar, origen de los padres, tiempo de uso del comedor y estado nutricio”.
El estudio concluye igualmente que los usuarios con algún grado de neofobia evalúan peor las cinco verduras ofrecidas en los menús.
La tesis doctoral fue dirigida por los profesores de la Universidad de Murcia.
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