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Recomendaciones para controlar la gripe dentro del ámbito sanitario

Elsa Bernaldo de Quirós | Miércoles 07 de enero de 2015
Los cambios estacionales marcan cambios en el clima que a su vez inciden y provocan cambios en la salud y el bienestar de las personas.

La Academia de Medicina Familiar y Comunitaria estima que entre el 10 y el 20 por ciento de las personas enferman de gripe cada año. Mientras que en muchos de los casos se resuelven por sí solos, las complicaciones de la gripe pueden requerir visitas al centro de salud e incluso hospitalizaciones. La temporada de gripe hace aumentar la carga de trabajo diaria por una avalancha de personas afectadas. El problema es que la asistencia a personas con gripe comporta que las enfermeras estén expuestas al virus y con ello a un aumento exponencial al contagio y a enfermar.

Como bien es sabido, el tratamiento y contacto con una persona con gripe no significa automáticamente que se enferme, pero sí que el sistema inmunológico se debilite, lo cual aumenta el riesgo a posteriori.

Las enfermeras especialistas en salud comunitaria, líderes de opinión, animan a que consideremos diez maneras o formas de aumentar nuestra inmunidad ante la gripe en esta nueva temporada.

1. Vacunarse contra la gripe: es la mejor forma de protección para todo el mundo, y más aún para los trabajadores en salud que somos personas de alto riesgo. En algunos hospitales se requiere desde la Dirección que todo el personal sanitario reciba vacunas contra la gripe, pero esto no está exento de polémica, ya que no todo el mundo quiere vacunarse. Se debe sopesar también otros tipos de factores de riesgo individuales, como la edad y el historial médico personal, etc.

2. Emplear el uso de máscaras quirúrgicas: las mascarillas quirúrgicas son sin duda necesarias en algunos puestos de trabajo, aunque en épocas de brote se debería valorar su uso en muchas otras. Además de prevención de contagio por nuestra parte, fomentar el uso de mascarilla ayudaría a prevenir la propagación de la gripe a otras personas.

3. Mantener las manos lejos de su cara a lo largo de la jornada laboral: es posible que rascarse/tocarse la cara, así como el pelo puedan conducir a la transmisión de la gripe estacional. Es difícil ser conscientes de este hecho todo el tiempo, pero no está de más intentar no tocarnos la cara en absoluto, y esto en última instancia, puede ayudar a evitar que otros enfermen.

4. Lavarse las manos con frecuencia: se sabe de la importancia de lavarse las manos con frecuencia, y esto es el día a día del personal enfermero. Debemos seguir las normas básicas y utilizar agua y jabón, o bien un desinfectante de manos (aunque estos productos no son más eficaces que el jabón normal), pero no es una mala idea utilizarlos para momentos en los que no podamos lavarnos con agua y jabón.

5. Hacer ejercicio físico: Los beneficios del ejercicio regular son innegables, y pueden ayudar a proteger el sistema inmunológico. Este ejercicio no solo puede realizarse en los gimnasios, también se pueden cambiar ciertos hábitos de vida sedentarios y empezar a moverse más (subir las escaleras o caminar más de lo habitual).

6. Ingerir de forma regular fruta, y en concreto manzanas: los nutrientes de las manzanas ingeridas diariamente también ayudan a estimular el sistema inmune.

7. Evaluar nuestros propios riesgos personales: ya sabemos que hay poblaciones de alto riesgo que deben tener que utilizar precauciones especiales durante la temporada de gripe. Esto incluye a las mujeres embarazadas y cualquier persona mayor de 50 años.

8. Cambiarse la ropa de trabajo lo antes posible: No se debe llevar a casa, y es el centro sanitario el que debe tratarlo en la lavandería. Si el centro no tuviera ese servicio de lavandería, lo aconsejable es guardarlo en una bolsa hermética y lavarlo de forma independiente con lejía diluida.

9. Ser consciente de que nadie es completamente inmune a la gripe, incluyendo aquellos que se han vacunado: Si un compañero de trabajo está enfermo, lo mejor es animarlo a que se vaya a casa para evitar la propagación del virus. También debemos ser conscientes de que las superficies compartidas con personal enfermo deben ser desinfectadas de inmediato.

10. Quedarse en casa y pasar la gripe: La única forma real de detener la propagación de la gripe es eliminar la exposición. Una enfermera con gripe es un peligro para todos: compañeros y pacientes.

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