Elsa Bernaldo de Quirós | Martes 10 de marzo de 2015
A partir de los 50 años aumenta la preocupación por la prevención de enfermedades graves, dolorosas o crónicas.
Durante el “V Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida. El reto de la cronicidad”, que ha tenido lugar los días 10 y 11 de marzo en Madrid, expertos reunidos expondrán las medidas necesarias para fomentar la calidad de vida en las personas mayores y preservar la salud del paciente crónico en España, teniendo en cuenta el reto que representa el progresivo envejecimiento de la población y la cronicidad.
Según avanza la edad, se incrementa la preocupación por padecer enfermedades. A partir de los 50 años, los españoles muestran mayor interés por la prevención de enfermedades graves, dolorosas y crónicas según revela la encuesta realizada por Nielsen y Sanofi Pasteur MSD. En nuestro país, el 46% de la población mayor de 16 años padece, al menos, un proceso crónico (46,5% de los hombres y el 55,8% de las mujeres) y el 22% de la población dos procesos o más, incrementándose estos porcentajes con la edad.
La preocupación de la población española es compartida por los expertos reunidos, quienes destacan la importancia de una adecuada prevención en mayores y, sobre todo, en pacientes crónicos, puesto que ambos presentan mayor susceptibilidad a las infecciones. En este sentido, el paciente crónico, por tener un sistema inmunitario más debilitado, es considerado grupo poblacional prioritario en materia de prevención.
“El paciente crónico y de edad avanzada se caracteriza por la fragilidad y la pluripatología. Estas variables multiplican el riesgo de contraer enfermedades infecciosas. Por ello, la prevención es especialmente importante en las personas de edad avanzada con procesos crónicos”, destaca Albert Vergés, director general de Fundación Edad&Vida. “Resulta clave potenciar la vacunación en el adulto para mantener la sostenibilidad e incrementar la eficiencia del Sistema Sanitario, así como evitar complicaciones derivadas de la patología base”, añade.
El valor económico y social de la prevención
Otro aspecto interesante que se abordará durante el Congreso es el del gasto ligado a la enfermedad crónica. Existen estudios que ponen de manifiesto que el 70% del gasto sanitario está relacionado con las enfermedades crónicas, más prevalentes entre las personas mayores.
En este escenario, la prevención de enfermedades mediante la vacunación lleva asociada una reducción de la carga social y económica para el sistema sanitario. “Las vacunas generan ahorro por tres vías. En primer lugar reducen y evitan enfermedades, lo que supone un aumento de la calidad de vida para la persona, y una reducción en costes sanitarios para el sistema de salud. En segundo lugar, evitan la pérdida de días laborales. Y por último, mantienen el stock de capital humano de la población, contribuyendo al crecimiento de la productividad de los diferentes países.”comenta Álvaro Hidalgo, director del Seminario de Investigación en Economía de la Salud Universidad Castilla-La Mancha Instituto Max Weber.
Por lo tanto, las vacunas se revelan como medida coste-efectiva y como palanca eficaz para lograr la sostenibilidad del sistema sanitario. En términos generales, por cada euro invertido en vacunas se ahorran entre 4 ó 5 euros de costes directos (costes relacionados con el tratamiento de las enfermedades que previenen.
Vacunación de pacientes crónicos frente al Herpes Zóster y la Neuralgia Post-Herpética
En 2014, un total de once Sociedades Científicas se unieron para desarrollar el primer Documento de Consenso sobre la prevención del HZ y la NPH, con el objetivo de facilitar la identificación del HZ en la práctica clínica, mejorar su diagnóstico, tratamiento, prevenir y su aparición, de forma que se reduzca el
impacto negativo sobre la salud de los ciudadanos afectados.
La prevención frente al HZ y la NPH es posible en España desde octubre de 2014. Los profesionales sanitarios han recibido positivamente este método preventivo ya que los tratamientos actuales no son totalmente satisfactorios, ni efectivos, ni eficientes.
El valor de la prevención frente al HZ y la NPH también ha sido reconocido por las autoridades sanitarias. En España, la Junta de Castilla y León ha iniciado en el mes de febrero un programa piloto de vacunación frente al HZ en pacientes de 60 a 64 años con EPOC grado II-IV en tratamiento con corticoides inhalados. En este tipo de pacientes no sólo es más frecuente el HZ, sino que sus complicaciones producen mayor detrimento en su calidad de vida. Este pilotaje es pionero en España y nace con espíritu de continuidad. “Este programa piloto está dirigido a grupos de riesgo que son los que más se van a beneficia y nos servirá de experiencia para extender la iniciativa al resto de personas de la Comunidad Autónoma en el futuro”, comenta Sonia Tamames, jefa del Servicio de Epidemiología de la Junta de Castilla y León.
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