Elsa Bernaldo de Quirós | Martes 10 de marzo de 2015
A siete de cada diez españolas les preocupa que los problemas circulatorios en las piernas limiten su actividad diaria.
Los síntomas de la insuficiencia venosa crónica (IVC) afectan al 30% de los adultos españoles, según datos del Capítulo Español de Flebología. Así pues, en España la padecen cerca de 15 millones de personas, de las que el 60% no están diagnosticadas.
En este contexto, Cinfa, el laboratorio más presente en los hogares españoles, ha realizado el “II Estudio CinfaSalud“, dedicado en esta ocasión a las “Percepciones y hábitos de las mujeres españolas en relación a la salud de sus piernas y la IVC”. Esta investigación, avalada por el Capítulo Español de Flebología y Linfología (CEFyL) de la SEACV, se ha basado en un cuestionario online sobre una muestra representativa de más de 2.000 mujeres de nuestro país, de entre 30 y 60 años.
Según revela el estudio, siete de cada diez mujeres españolas (72,4%) están preocupadas por que los problemas circulatorios en las piernas puedan limitar su actividad diaria. También les inquieta que deriven en complicaciones que afecten de manera más grave a su salud (71,2%) y que puedan provocarles dolor (69,4%).
Es destacable el hecho de que las mujeres que tienen antecedentes familiares de IVC, uno de los factores de riesgo para desarrollar esta patología, están más concienciadas sobre las posibles complicaciones (80,5%) y/o dolores (80,1%) que puedan derivarse de esta, y tienen presente que pueden llegar a padecerlos.
Pesadez, dolor y calambres en las piernas
La Insuficiencia Venosa Crónica, conocida por sus siglas como IVC, es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca la acumulación de esta en las piernas, dando lugar a diferentes síntomas y problemas.
“Las venas juegan un papel fundamental en el funcionamiento de nuestro organismo, puesto que transportan la sangre desde los distintos órganos de regreso al corazón”, explica el Dr. Rodrigo Rial Horcajo, especialista en Angiología y Cirugía Vascular y miembro del Capítulo Español de Flebología de la SEACV. “Sin embargo, factores como la edad, la herencia genética, las alteraciones hormonales, los embarazos, o una vida sedentaria, entre otros, pueden provocar que las venas pierdan elasticidad y se dilaten, con lo que la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, generando problemas como las piernas cansadas, las varices, etc.”.
También durante el embarazo, o debido a la inmovilidad - como en el caso de personas que trabajan muchas horas de pie sin moverse o que realizan a menudo largos viajes- es más frecuente el desarrollo de estos problemas.
La pesadez en las piernas (47,3%), el dolor (39,7%) y los calambres (33,6%) son los síntomas que más afirman padecer las mujeres con problemas de circulación en las piernas, dolencias que se acentúan con los años.
Así mismo, estos provocan diversas molestias en las mujeres que los sufren. Desde aquellas que afirman acabar con las piernas muy cansadas (79,7%), hasta las que no pueden estar mucho tiempo de pie (55%) o señalan tener dificultades para dormir (53,5%).
A tres de cada diez mujeres les avergüenza mostrar sus piernas
Los problemas de circulación en las piernas, además de en el plano físico, afectan también en el plano emocional a las mujeres que los sufren. De esta forma, tres de cada diez mujeres encuestadas afirman sentir vergüenza de enseñar sus piernas (27,6%).
Además, dos de cada diez españolas declaran que esta dolencia afecta a su autoestima (20,8%).
Sólo la mitad de las españolas con síntomas de IVC realiza ejercicio regularmente
“Una correcta rutina de hábitos de vida permite prevenir y aliviar en gran medida los síntomas de los problemas circulatorios en las piernas. Cuestiones como mantener una dieta equilibrada, que además sea baja en sal, o practicar ejercicio son medidas que favorecen una mejor calidad de vida”, afirma Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Médico de Cinfa. “Si bien todavía queda mucho trabajo de concienciación en este ámbito, las españolas cada vez son más conscientes de este aspecto y tratan de implementar estos hábitos saludables en su día a día”.
Así, el 80,8% de las encuestadas señala utilizar calzado cómodo y sin excesivo tacón, un 75,9% ingiere frutas y verduras y un 74,7% asegura evitar el consumo de tabaco. Sin embargo, un 62,6% todavía no presta suficiente atención al consumo de sal en sus comidas, sólo el 56,7% toma más de dos litros de agua al día, y únicamente la mitad (55,7%) realiza ejercicio de manera regular.
Así mismo, en lo que respecta a las distintas soluciones disponibles para prevenir y tratar la IVC, tan sólo un 12,8% de las mujeres españolas afirma recurrir a las medias terapéuticas. “Este producto sanitario es la principal medida para la prevención y el tratamiento de la IVC, por contar con una mayor evidencia científica. Su función consiste en ejercer presión decreciente sobre las venas de las piernas para facilitar el buen funcionamiento del sistema de retorno venoso”, señala el experto González Zorzano.
Las mujeres utilizan medias terapéuticas en mayor medida cuando sufren algunos de los síntomas visibles de la IVC, como hinchazón o varices. En este caso, una de cada cinco mujeres recurre a ellas (el 20,4% y el 19,6%, respectivamente). Además, estas medias son utilizadas de manera más habitual por las mujeres que desarrollan su trabajo de pie (17,4%). Por el contrario, de las mujeres que no utilizan esta solución, la mayoría de ellas, el 27,9%, no lo hace por desconocimiento.
En cuanto a otros métodos para calmar los síntomas de la IVC, la mitad de las mujeres afirma aplicarse cremas y geles (54,4%), y darse masajes y duchas de agua fría (50,9%), medidas igualmente necesarias para el abordaje integral de la patología.
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