Redacción | Viernes 27 de marzo de 2015
A pesar de esta buena noticia, la Organización Mundial de la Salud alerta de la múltiple resistencia a fármacos.
Cada año se producen 9 millones de nuevos casos y 1,5 muertes por tuberculosis en todo el mundo, según los últimos datos recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoce que ambos indicadores están disminuyendo lentamente. Sin embargo, alertan de que ya son cerca de medio millón los pacientes que desarrollan resistencia a múltiples fármacos.
Este organismo de Naciones Unidas ha reconocido que el mundo está "más cerca" de conseguir uno de los objetivos de Desarrollo del Milenio, que consistía en reducir la propagación de la tuberculosis en 2015.
El 80% de los casos se concentran en 22 países y más de la mitad (56%) se producen en el Sudeste asiático y el Pacífico occidental. Sin embargo, la mayor tasa de afectados se registra en África, con 280 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en 2013.
Algunos países están experimentando una importante disminución de los casos, mientras que en otros los datos están cayendo más lentamente. Lo mismo sucede con la tasa de mortalidad, que se ha reducido un 45% entre 1990 y 2013. De hecho, la OMS asegura que desde el año 2000 se han salvado cerca de 37 millones de vidas gracias a los avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Sin embargo, ha incidido este organismo en su página web, la tuberculosis sigue siendo la segunda causa de muerte por un único agente infeccioso, sólo superada por el sida, de ahí la necesidad de que toda la comunidad internacional y los agentes sociales lancen una estrategia para "tratar y curar a todos los pacientes que están enfermos ahora".
Actualmente más del 95% de las muertes por tuberculosis se producen en países de bajos y medios ingresos, y se encuentra entre las cinco primeras causas de muerte en mujeres de 15 años a 44 años. Asimismo, se estima que en 2013 se produjeron 500.000 casos en niños, de los que unos 80.000 acabaron falleciendo.
Para combatir estos datos, la OMS defiende que una de las claves pasa por mejorar el acceso a medicamentos eficaces en las comunidades más afectadas, ya que el tratamiento inadecuado de esta enfermedad es la causa principal de la multirresistencia a fármacos.
Los tratamientos antituberculosos más convencionales se llevan usando desde hace décadas y la resistencia a muchos de ellos se ha generalizado. De hecho, la OMS asegura que ya se han detectado cepas a un único fármaco en todos los países afectados.
Sin embargo, en muchos casos se está produciendo la resistencia a más de un medicamento, generalmente a la isoniazida y la rifampicina, los más habituales. Según los datos de 2013, en ese año se registraron 480.000 casos de multiresistencia, más de la mitad en la India, China y Rusia.
Estos pacientes no responden bien al tratamiento estándar de primera línea y, según lamenta la OMS, los tratamientos de segunda línea son "limitados y no siempre están disponibles", lo que hace que en muchos casos se recurra a una quimioterapia prolongada, una opción "más costosa y que puede generar reacciones adversas graves".
Ante esta situación, este organismo de Naciones Unidas insiste en mejorar el tratamiento de la población más vulnerable para evitar estas resistencias, y recuerda que uno de los grupos más afectados son los pacientes con VIH, que con la tuberculosis forma una "combinación letal".
De hecho, asegura que las personas con VIH tienen un riesgo entre 26 31 veces mayor de desarrollar tuberculosis, lo que hace que al menos un tercio de los afectados por VIH están coinfectados. Asimismo, aproximadamente el 25% de las muertes en afectados por VIH están causadas por la tuberculosis, de ahí que la OMS insista en mejorar el diagnóstico y tratamiento en este colectivo.
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