La espondilitis anquilosante, una enfermedad silenciosa aunque dolorosa

La espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática dolorosa y progresiva, que afecta principalmente a la columna vertebral. Puede afectar también a otras articulaciones, tendones y ligamentos de distintas áreas como los ojos y el corazón.

Esta enfermedad afecta a unas 200.000 personas en España, principalmente a gente joven de entre 17 y 35 años, siendo más frecuente en hombres (2 de cada 3 casos). Suele manifestarse en la adolescencia o en la juventud, aunque en las mujeres puede presentarse de forma más leve.

Terminología

Espondilitis indica la inflamación que afecta las articulaciones de la columna vertebral y deriva de las palabras griegas que describen las partes constituyentes de la columna vertebral junto con el sufijo -itis, que significa inflamación. Anquilosante significa que tiende a la fusión rígida de dos o más partes (anquilosis).

¿Qué síntomas tiene?

Los síntomas más comunes son el dolor en la parte baja de la espalda que empeora en la noche, en la mañana o después de un periodo de inactividad; movimientos limitados y rigidez en la parte baja de la espalda; rigidez y dolor en la cadera; expansión limitada del tórax; rango limitado del movimiento, especialmente involucrando la columna y las caderas; dolor articular e inflamación articular en los hombros, rodillas y tobillos; dolor en el cuello; dolor en los talones; encorvamiento crónico para aliviar los síntomas; fatiga; fiebre leve; pérdida de apetito; pérdida de peso; inflamación de los ojos.

¿Cómo se cura?

El tratamiento de la Espondilitis Anquilosante varía desde los antinflamatorios, analgésicos y sulfasalacina para el alivio del dolor hasta la cirugía, en el caso de que las articulaciones estén muy dañadas y se haya perdido movilidad, pasando por la rehabilitación, donde se podrán corregir posturas y ayudar en la estructuración de las actividades de la vida diaria.