La proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en población general, y es superior al 50% en grupos de población cerrados como residencias de la tercera edad
Debido a la bajada de la temperatura y a la epoca del año en la que estamos hay un aumento de casos de gripe, una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus, pudiendo provocar fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, congestion nasal, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca. Comienza alcanzando a la población infantil y se extiende con mayor rapidez a los grupos de riesgo. La proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en población general, y es superior al 50% en grupos de población cerrados.
Cómo se trasmite y síntomas
La transmisión del virus se produce fundamentalmente a través de gotitas que son originadas al hablar, toser o estornudar por la persona enferma y que alcanzan a una persona sin gripe pero capaz de padecerla. También por contacto con las superficies contaminadas por esas gotas y a través de las manos.
Los síntomas
Suele comenzar de forma brusca con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, molestias de garganta, malestar general, dolores musculares y tos seca.
Prevención y grupos de riesgo
La principal prevención para la gripe es la vacunación, seguido del lavado frecuente de las manos, por lo que además de la vacuna lo recomendable es llevar un estilo de vida sano; una dieta variada, ingerir mucho líquido y dormir las horas necesarias. Una vida sana no evita la gripe aunque si puede disminuir sus complicaciones.
Los grupos de población con mayor riesgo de padecer complicaciones a consecuencia de la infección gripal y en los que se recomienda la vacunación antigripal son:
• Personas mayores de 65 años.
• Mujeres embarazadas.
• Niños menores de 2 años y mayores de 6 meses.
• Personas con afecciones como: enfermedades crónicas cardíacas, hepáticas, renales, pulmonares, sanguíneas o metabólicas e inmunodepresión.
• Personas que conviven o cuidan a pacientes de riesgo
• Colectivos profesionales con un mayor riesgo de exposición y que realizan servicios esenciales para la comunidad.
La gripe complica otras enfermedades
Las complicaciones de la gripe son predominantemente respiratorias: neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis.
La gripe puede revestir más gravedad en personas mayores, sobre todo a partir de los 65 años y en personas que padecen enfermedades crónicas como en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) recomiendan tomar conciencia de la vacunación y sobre todo en los grupos de riesgo acudir al centro de vacunación más cercano. Deben abstenerse de la vacunación las personas con alergia al huevo, con hipersensibilidad a las proteínas de huevo o que hayan tenido una reacción alérgica severa a una vacunación anterior de la gripe, así como los niños menores de 6 meses y las personas que sufran de alguna enfermedad aguda con fiebre alta, que deberán esperar hasta que la situación remita.