Estos datos fueron presentados durante la celebración del 5º Congreso Europeo de Migraña.
- El estudio CaMEO llevado a cabo por Allergan pone de manifiesto el alto impacto de esta patología en el entorno de los pacientes.
- En cuanto al tratamiento de la migraña crónica, los especialistas recuerdan que la toxina botulínica tipo A reduce el número de días con dolor y la intensidad de las crisis.
La migraña crónica tiene un impacto directo en el entorno familiar de los pacientes. En concreto, los hijos adolescentes de padres con migraña crónica tienen menos probabilidades de recibir ayuda en casa con los trabajos de clase debido a la enfermedad de sus padres. Así lo pone de manifiesto el estudio CaMEO (Chronic Migraine Epidemiology and Outcomes Study), realizado por Allergan y presentado estos días en Glasgow, Escocia, durante el 5º Congreso Europeo de Migraña.
Asimismo, estos hijos aseguran que no pueden ver tanto a sus amigos por tener que quedarse en el hogar con su familia. “Sin duda se van a ver afectados de varias maneras: cuando uno de los padres está con dolor intenso, los hijos tendrán que hacer menos ruido y pasar más tiempo solos o bajo el cuidado de otra persona debido a la incapacidad que provoca la migraña”, explica la Dra. Margarita Sánchez del Río, directora del Programa de Cefaleas del Hospital Ruber Internacional de Madrid.
“Si uno de los padres sufre migraña está claro que las actividades cotidianas del hogar se van a ver limitadas: con dolor es muy complicado mantener una labor intelectual y ayudar a los hijos a hacer deberes, y al mismo tiempo esto favorece que los hijos se sientan en la necesidad de ‘cuidar’ al progenitor enfermo y salgan menos de casa”, señala.
En este sentido, la Dra. Sánchez del Río recomienda a los familiares más directos tener comprensión y ayudar a los pacientes a realizar tareas básicas cuando el dolor les impide llevarlas a cabo. “Quienes no llegan a entender el impacto de la migraña suelen ser los familiares no directos o las amistades, de tal forma que los pacientes dejan de hacer planes con ellos por miedo a dar explicaciones de por qué necesitan cancelarlos en ocasiones…”, concluye.