Las pequeñas lesiones vasculares que originan un crecimiento desigual de la oreja y la aparición de un pliegue en ella que podría estar avisando del riesgo de ictus o infarto.
En definitiva, la oreja puede ser un centinela bastante fiable de la salud cardiovascular.
Estas fueron las conclusiones de un estudio presentado en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2014, que asegura que la presencia de un pliegue diagonal en el lóbulo de la oreja está directamente relacionada con el riesgo de padecer infarto e ictus.
El carácter de centinela de este pliegue se dedujo tras analizar a 300 personas a las que se fotografiaron ambas orejas, clasificándolas según las características del pliegue.
Posteriormente, se estudió la historia clínica para relacionar a aquellos que tenían antecedente de enfermedad cardiovascular.
El pliegue sospechoso, que puede considerarse como marcador de enfermedad cardiovascular, es aquel cuya inclinación tiene 45º en ambas orejas.