Cada año se detectan unos 25.000 nuevos casos, de los que más de la mitad tiene enfermedad metastásica en el momento del diagnóstico. Aunque hoy la esperanza de vida es del 15% a los 5 años de la detección, los nuevos avances en diagnóstico y tratamiento vislumbran un futuro optimista para los pacientes con cáncer de pulmón.
Aunque el abandono del hábito tabáquico sigue siendo la mejor opción para reducir los índices de mortalidad del cáncer de pulmón, los especialistas apuntan al diagnóstico molecular, sumado al diagnóstico histológico convencional, como una alternativa avanzada para ofrecer un tratamiento diana que aportará mejores resultados y, por lo tanto, una mayor esperanza de vida. En paralelo, cada vez se desarrollan más fármacos dirigidos contra estas dianas, ofreciendo al paciente mejores resultados de eficacia y una menor toxicidad.