La lactancia materna es la mejor opción, pero cuando no es posible, las fórmulas infantiles son de gran ayuda. Existen muchas dudas en las madres de cual es la mejor forma de alimentar a a su bebé, si la leche materna va a ser suficiente alimento o si las leches de fórmula contienen todos los nutrientes necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo de su hijo.
La mejor alimentación posible es exclusivamente la lactancia materna durante los primeros meses. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que se debe mantenerse como mínimo hasta los seis meses. A partir de esa edad, es cuando el sistema digestivo del lactante se encuentra en condiciones de empezar a probar nuevos alimentos, que debemos ir introduciendo de forma paulatina, siguiendo los consejos del pediatra. No obstante, la lactancia materna se recomienda seguir hasta los dos años, como un complemento normal de la dieta del niño.
No siempre es posible la lactancia maternas y más dificil es prolongarlo actualmente por el ritmo de vida que se lleva. Muchas pueden ser las causas para la interrumpicíon de la lactancia. No obstante, en aquellos casos en los que la madre no pueda amamantar a su bebé existe una alternativa mediante leche de fórmula.
Las llamadas leches de fórmula infantiles, son fórmulas lácteas procedentes de la leche de vaca, en las que se realizan modificaciones, intentando asemejarse lo más posible a la leche de materna.
Están la leche de inicio y la de continuación.
- Las fórmulas de inicio cubren las necesidades nutricionales del lactante sano hasta los 6 meses de edad.
- Las fórmulas de continuación están diseñadas para su empleo en lactantes a partir de los 6 meses de edad.
Dada la alta calidad de las leches de fórmula actuales, los bebé están bien alimentado. Así lo demuestran en los últimos años, los avances científicos y tecnológicosque han hecho posible que cada vez se asemeje más a la leche materna. La leche de fórmula es en definitiva leche de vaca tratada para que bebé pueda asimilarla y, casi siempre, está enriquecida con vitaminas y minerales, ácidos grasos esenciales (Omega 3 y 6), prebióticos, etc. Aportando con ello todos aquellos nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo.
Durante el paso de la lactancia materna a la alimentación con fórmulas artificiales pueden aparecer ligeros trastornos digestivos en el bebé sano: incremento de gases, distensión abdominal, estreñimiento, regurgitaciones, etc. Con frecuencia estos trastornos digestivos ligeros precisan la puesta en marcha de medidas adecuadas y la contribución de determinadas leches adaptadas. El asesoramiento del pediatra o el farmacéutico en estos casos será de gran ayuda.
Lactancia mixta
Muchas pueden ser las razones por las que adoptar la lactancia mixta, especialmente a partir de los seis meses de edad; desde tener que separarse del bebé durante un breve periodo de tiempo hasta la incompatibilidad de horarios por la vuelta al trabajo de la madre. Sin entrar en mayor análisis de las razones, lo importante es que antes de tomar la decisión la mamá lo tenga claro, pues lo más probable es que, poco a poco, vaya descendiendo la cantidad de leche materna, ya que es la succión del bebé lo que estimula su producción. Cuanto menos mama el niño, menos leche se produce.
Cómo se debe introducir la fórmula:
De forma gradual. Ofreciendo un poco de biberón después del pecho. Si se ofrece el biberón primero luego no querrá mamar porque la succión del pecho le cuesta más trabajo y estará más saciado porque estará saciado. Posteriormente Después se sustituira una toma por el biberón hasta llegar a alternar unas tomas con otras, una de pecho y otra de biberón.
Lo que sobra del biberon se debera desechar y preparar uno nuevo para la siguiente toma. La composición de las leches artificiales está cuidadosamente elaborada, así que nunca hay que añadir ingredientes, por muy naturales que sean. Esto podría alterar gravemente la adecuada nutrición del pequeño. Por esa misma razón, se deben respetar las indicaciones del fabricante en cuanto a proporciones de agua y leche en polvo, y no mezclar nunca leches de marcas distintas.
El pediatra aconsejarán cuál puede ser el tipo de leche artificial más conveniente ya que él conoce las necesidades del pequeño y sabe qué ofrecen las diferentes marcas de leche que se encuentran en las farmacias. Puede que no se acierte a la primera porque al pequeño no le gusta el sabor o no acaba de sentarle bien. No pasa nada. Existen muchas opciones de calidad. Hay que tener paciencia hasta encontrar aquella que el bebé tome bien.
Tanto las leches de inicio como de continuación están disponibles en polvo y son más económicas, las de forma líquida, son más caras pero muy cómodas de utilizar.
Cuando los bebes presentan problemas de salud o bajo peso, existen leches de fórmula especialmente pensadas para ellos, adaptadas a sus necesidadesm y con el mismo valor nutricional, como, por ejemplo, fórmulas para prematuros (más fáciles de digerir) o fórmulas extensivamente hidrolizadas (para niños con alergia a las proteínas de la leche de vaca).
Es importante elegir bien porque la alimentación durante los primeros meses de vida juega un rol fundamental en el adecuado desarrollo actual y futuro del niño, ya que puede tener una influencia directa en el estado de su salud adulta. De hecho, algunos nutrientes como los ácidos grasos Omega 3 DHA, la vitamina D, el Hierro o el calcio son muy relevantes en diversos aspectos de la salud de los más pequeños, desde el desarrollo cognitivo y motor hasta la prevención de alergias. Por lo tanto, asegurar una ingesta adecuada a las necesidades de esta etapa de la vida ha de ser una prioridad absoluta. En este sentido, tras la fase de lactancia materna, puede ser de interés recurrir a alimentos especialmente preparados para cubrir las necesidades infantiles en esta etapa, como las fórmulas de crecimiento, ya que contienen más hierro y DHA, tienen las proteínas adecuadas y, están más adaptadas a las necesidades nutricionales del niño que la leche de vaca.