El tratamiento y la evolución del cáncer colorrectal dependen del lado del colon en que se localiza el tumor primario según dos estudios españoles presentados en el congreso ESMO 2017
Dos trabajos de impronta española han venido a documentar hasta qué punto es importante saber si el cáncer colorrectal tiene su origen en el lado izquierdo o derecho del órgano. Esta circunstancia afecta tanto a la eficacia de los tratamientos como a la evolución del cáncer. Ambos estudios se han dado a conocer en Madrid en el marco del encuentro anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO).
Un total de 18 hospitales españoles han colaborado en la primera de estas investigaciones, un análisis que muestra cómo algunos pacientes con cáncer colorrectal metastásico (CCRm) responden mejor a la terapia con ciertos anticuerpos monoclonales más quimioterapia en primera línea si el tumor primario se encuentra en el lado izquierdo del colon.
Esto se ha visto de forma particular en pacientes que no tienen mutaciones en los genes RAS llamados RAS WT (acrónimo de ‘wild type’) y tratados con medicamentos de la clase de los anticuerpos monoclonales que actúan inhibiendo un factor de crecimiento de las células conocido como EGFR. Los pacientes sin estas mutaciones constituyen entorno al 40% de los pacientes con CCRm.
Entre estos casos, aquellos pacientes en los que el tumor primario se encontraba en el lado izquierdo del colon respondían significativamente mejor que quienes tenían localizado ese tumor en el lado derecho.
El Dr. Manuel Benavides, jefe de sección de Oncología Médica del Hospital Universitario Regional y Virgen de la Victoria de Málaga, que firma este primer estudio, indica que “las diferencias en términos de pronóstico y eficacia del tratamiento son abismales”. De hecho, subraya el hecho de que la supervivencia global puede ser hasta 20 meses superior en estos pacientes con tumores primarios en el lado izquierdo del colon.
Para llegar a esta conclusión, los autores sometieron a un nuevo análisis los resultados de dos ensayos clínicos (MACRO-2 y PLANET) llevados a cabo dentro del Grupo Español de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD) que evaluaban la eficacia de la terapia con anticuerpos monoclonales anti-EGFR en primera línea con dos tipos de quimioterapia (FOLFOX o FOLFIRI).
Con estos datos, evaluaron los efectos de la localización del tumor primario en la tasa de respuesta objetiva, la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global de los pacientes. En total se analizaron más de 250 casos de CCRm.
De acuerdo con los investigadores, la localización del tumor primario como tal en el cáncer de colon puede parecer simplista pero estos resultados confirman que el cáncer CCRm no es una única enfermedad, sino “un conjunto heterogéneo de trastornos en los que se observan diferencias clínicas y moleculares entre tumores situados a un lado o a otro del organismo, lo cual desemboca en pronósticos diversos”.
Para la Dra. Ruth Vera, jefe del Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarra y vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), “estas disparidades vienen determinadas por diferencias en las alteraciones genéticas que producen el tumor, por diferentes tipos de respuesta inmune, diferentes localizaciones anatómicas y por otros factores aún no bien conocidos”, lo que hace que los cánceres de colon ya no se traten de la misma forma, sino que se analice cada caso concreto antes de elegir el mejor tratamiento posible.
El Dr. Benavides recuerda que vamos conociendo muchas de las diferencias entre los tumores del lado izquierdo y derecho del colon. Así, por ejemplo, es más frecuente que los tumores primarios derechos expresen mutación de BRAF e inestabilidad de microsatélites (indicadores genéticos de pronóstico adverso) con mayor frecuencia que los tumores primarios del lado izquierdo. Del mismo modo, los primeros tienden a diagnosticarse en fases más avanzadas que los segundos.
Para este experto, es determinante considerar que la práctica clínica ha cambiado en virtud de estas evidencias y los estudios previos al respecto: “Ahora, ya tenemos en cuenta la localización del tumor primario”, asevera.
Los autores del segundo trabajo, un estudio del grupo Costa del Sol de REDISSEC en el cual colaboraron 22 hospitales españoles, coordinado por la Dra. Julia Alcaide, del Hospital Costa del Sol de Marbella, indican que “hasta ahora, hemos tratado a todos los pacientes con cáncer colorrectal del mismo modo, pero los datos que empezamos a ver muestran que la localización del tumor puede tener un valor tanto pronóstico como predictivo”.
En él se incluyó a pacientes con cáncer colorrectal entre las fases I y IV que habían sido sometidos a intervención quirúrgica del tumor primario. Sobre un total de 2.694 pacientes, observaron que las personas con tumores primarios localizados en la parte derecha del colon tenían un mayor riesgo de mortalidad, independientemente de si se trataba de casos de cáncer localizados o metastásicos.
Entre los de mayor riesgo, que eran las personas cuyos tumores originarios estaban localizados en la parte derecha del colon, se observó una tendencia a presentar una edad ligeramente más avanzada, tener un índice de masa corporal (IMC) más elevado, ser no fumadores y consumir de forma habitual medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos, por lo cual es posible que las campañas de prevención deban centrarse en factores de riesgo diferentes según la localización del tumor. También había una mayor proporción de mujeres en este grupo.
Los resultados de los análisis histológicos de los pacientes de mayor riesgo también mostraron diferencias, presentando subtipos especiales, alto grado o invasión vascular con mayor frecuencia que los del lado izquierdo. Algo a destacar es el hecho de que los tumores del colon derecho no presentaban síntomas a su diagnóstico, precisaron cirugía de forma urgente o fueron detectados después de haberse sometidos a una prueba de cribado negativa, más a menudo que los del colon izquierdo. Estas diferencias deben considerarse a la hora de diseñar estrategias diagnósticas y programas de detección precoz, que nos permitan un abordaje de estos pacientes en estadios iniciales.
En este sentido, la Dra. Vera recalca que en estos dos trabajos realizados por grupos nacionales —y que confirman datos ya publicados por otros grupos— se observa que la localización del tumor en el colon es un factor a tener en cuenta, ya que los pacientes con tumores que se asientan en el lado derecho del colon tienen “peor pronóstico, independientemente del estadio y la mutación de RAS. De hecho, “actualmente se piensa que las diferentes localizaciones se relacionan con diferentes alteraciones genéticas y con otros factores”, concluye la especialista.
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