La ONG Agua de Coco, que lleva 22 años trabajando en el país africano, pone en marcha una campaña de emergencia para evitar que la epidemia se siga extendiendo, principalmente en las zonas de actuación de la organización.
Beatrice Seghesio, coordinadora del área de salud de Agua de Coco en Madagascar, tiene clara la importancia de la educación en la prevención de la peste en Tulear, la región donde reside, situada al suroeste de la isla. Agua de Coco desarrolla gran parte de su proyecto en la ciudad de Tulear, por lo que la ONG mantiene una comunicación constante con la Dirección Regional de Salud. Aunque el plan de control de riesgos se encuentra en estado de pre-emergencia, en caso de confirmación de afectaciones en la zona, se procederá al plan de epidemia.
El control de riesgos es clave para evitar más muertes. Ya son 126 personas las que han muerto como consecuencia de la epidemia de peste decretada en Madagascar desde el pasado mes de agosto, según Naciones Unidas. Y son mas de 1200 casos de contagios concentrados principalmente en la capital del país, Antananarivo y en las ciudades costeras. La peste bubónica es una enfermedad endémica del país africano, pero este año se ha manifestado con más virulencia ya que una gran mayoría de los contagios han sido por un tipo de peste más agresiva y contagiosa, la peste pulmonar o neumonal, que se transmite por inhalación de partículas que emana la persona infectada.
La peste es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria: Yersinia pestis. Esta bacteria existe en muchas partes del mundo, principalmente en algunos países de África, Asia y América y se transmite principalmente a través de las picaduras de las pulgas contagiadas a su vez por las ratas (forma bubónica) y por vía aérea de una persona a otra (forma pulmonar).
Una enfermedad que sobrevive por culpa la pobreza
La peste, erradicada en los países del Norte, es una enfermedad de la pobreza que se extiende en entornos en los que las condiciones de higiene son malas y los servicios de salud insuficientes. Como muchas otras enfermedades, la peste está erradicada en una gran mayoría de los países pero sigue afectando países como Madagascar, situado en el 158 lugar de los países más pobres del mundo, según el Índice de Desarrollo Humano. Unos servicios de salud deficientes, la dificultad para acceder a agua potable y por lo tanto a la higiene y una mala nutrición, son factores que agravan la situación. La falta de educación también juega un papel determinante. La peste es mortal si no se trata, pero puede ser curada con un diagnóstico precoz y los antibióticos apropiados, si son administrados con rapidez.
¿Por qué Agua de Coco pone en marcha medidas de urgencia?
El programa de Agua de coco en Madagascar actúa desde hace 22 años en el desarrollo integral de más de 30.000 personas desfavorecidas en dos regiones del sur del país: región Atsimo Andrefana (Tuléar) y Haute Matsiatra (Fianarantosa). Como actor responsable y comprometido, Agua de Coco tiene el deber de limitar los riesgos a los que se enfrentan sus beneficiarios respetando las consignas de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y de las autoridades sanitarias malgaches, poniendo en marcha medidas de control y pre-emergencia.
En este sentido, la ONG lanza una campaña que tiene como objetivo recaudar fondos para poder desarrollar y ampliar sus acciones de prevención y evitar que se propague al lugar en que la ONG desarrolla sus proyectos.
¿Cómo ayudar?
Agua de Coco pone en marcha una página donde contextualiza la situación y explica las formas de colaborar con la campaña:
http://aguadecoco.org/collaborate/colabora/actua-peste-madagascar/. La forma principal es asociándose a la organización, ya que es la manera de atacar las causas de que siga existiendo esta enfermedad en Madagascar, por el apoyo continuado y proyectos de desarrollo y calidad de vida. La ONG pone a disposición también un formulario de donaciones, también por Paypal.