El bioinformático Francisco Díez, uno de los investigadores que firma el estudio, ha señalado a los medios que “todos los virus son muy parecidos, en principio, con pocas mutaciones de diferencia, lo que es una buena noticia, con todas las cautelas”. Sin embargo, advierte que una alta tasa de mutación podría dar al traste con la eficacia de las primeras vacunas, que no estarán listas hasta, por lo menos, dentro de un año.
Para no ponernos técnicos, vamos a destacar que en el estudio se señalan alrededor de 1.600 virus encontrados en la ciudad china de Wuhan la última semana de noviembre, mientras que 13 de los genomas españoles pertenecen a la familia 'S' y once de ellos están vinculados a un caso que fue detectado el 1 de febrero en Shanghái.
Por otro lado, los tres primeros 'S' pertenecen a muestras de los días 26 y 27 de febrero en Valencia, y es aquí donde tenemos que hacer una parada, ya que una semana antes tuvo lugar lo que el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, denominó una "bomba biológica": el partido de fútbol Atalanta-Valencia en Milán al que habían viajado en torno a 2.500 aficionados valencianos.
Pese a las primeras creencias que enmarcan el inicio de la pandemia en nuestro país en este encuentro futbolero, el análisis genético sugiere que los coronavirus de la familia 'S' ya circulaban por España antes, alrededor del 14 de febrero.
“En España no ha habido un paciente cero. No hay un paciente cero cuando una epidemia está ya tan diseminada”
Por otro lado, el equipo del genetista Fernando González Candelas, de la fundación valenciana Fisabio, secuenció los tres primeros genomas españoles del virus el 17 de marzo: “Por la información que tenemos hoy, creemos que hubo al menos 15 entradas diferentes en España. Es algo parecido a lo que ha sucedido en otros países, como EE UU e Islandia, donde también se han identificado múltiples entradas del virus”. Pese a esto, el genetista se ha mostrado escéptico ante el trabajo de sus compañeros del Instituto Carlos III.