“Otros síntomas atípicos como la odinofagia [dolor al tragar], anosmia [pérdida del olfato], ageusia [alteraciones del gusto], dolores musculares, diarreas, dolor torácico o cefaleas, entre otros, pueden ser considerados también síntomas de sospecha de infección” por covid-19.
Así se recoge en el documento que acordaron el Ministerio de Sanidad y las comunidades en la reunión del Consejo Interterritorial, lo que implica, según ese texto, que siempre el médico podrá pedir que se le haga la prueba PCR correspondiente.
En ese momento, se le considerará sospechoso y se le aplicarán las medidas de aislamiento acordadas para la detección y control precoz de la enfermedad.
Esta ampliación va en la línea de lo que han decidido agencias sanitarias como el CDC (Centro de Control de Enfermedades) de Estados Unidos, que estipula que es sospechoso quien tenga problemas para respirar y tos, o al menos dos de los siguientes síntomas: fiebre, escalofríos, convulsiones, dolor muscular, de cabeza, de garganta y pérdidas del gusto y el olfato.
Por último, es fundamental que los ciudadanos los conozcan para que acudan al médico y confirmen o descarten si están infectados, como ha recogido un editorial del British Medical Journal.