Si al volver de tus vacaciones de verano te encuentras una mancha que antes no tenías, es importante que acudas al médico. También es siempre conveniente disponer de un efectivo seguro de salud digital a modo de prevención. Las quemaduras solares pueden ser muy molestas así que, para evitar el enrojecimiento, la hinchazón, el dolor e incluso las ampollas, es muy importante aplicarte protector solar de forma frecuente.
Para pasar el día bajo el sol, usar una protección de factor 15 cada dos horas sería el mínimo aconsejable. Procura que la crema sea resistente al agua y a la sudoración para obtener la máxima protección. De vez en cuando trata de buscar un lugar con sombra y, si estás en la playa, ve al agua con frecuencia. En caso de que no puedas encontrar sombra disponible, utiliza un sombrero o gorra y gafas de sol. Al contrario de lo que mucha gente piensa, en los días nublados también podemos sufrir una insolación, así que no te confíes.
Lo más recomendable es evitar tomar el sol en las horas de mayor exposición, entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde.
CONSEJOS ÚTILES PARA CUIDAR TU PIEL
No solo el sol puede hacer daño a nuestra piel este verano. El cloro de la piscina o el agua salada del mar también pueden afectarnos si abusamos de estar en el agua. Para ayudar a mantenerla en óptimas condiciones, es muy importante hidratarse.
Con la sudoración y la exposición solar nuestro cuerpo pierde mucha agua y necesitamos recuperar el agua perdida. Por este motivo, es imprescindible que ingerir mucho líquido, preferiblemente agua, y comer sano. La fruta y la verdura ayudan a cuidar nuestra piel, y consumir alimentos ricos en vitamina C como naranja, limón, sandía, tomate o zanahorias serán un gran aliado para mantener nuestra piel sana y bonita.
También son muy importantes los cuidados antes y después de la exposición al sol. Es esencial utilizar crema hidratante y tónico para mantener la piel fresca y los poros cerrados, ya que una buena higiene es de vital importancia. En verano es recomendable ducharse y lavarse la cara dos veces al día. Si además dispones de una crema exfoliante, utilízala para eliminar la piel muerta.
Recuerda, si quieres lucir un bonito bronceado este verano y no sufrir ninguna enfermedad en la piel, sigue estos sencillos pasos: prepara tu piel antes y después de exponerte al sol con cremas hidratantes, tónico y exfoliantes, usa protección solar resistente al agua cada dos horas, evita las horas de mayor exposición solar y protege tu cabeza con sombrero y gafas, come frutas y verduras ricas en vitamina C y, sobre todo, hidrátate bebiendo mucha agua.