Ante la segunda ola de contagios derivados de la pandemia de la COVID-19, la comunidad sanitaria vuelve a mostrar su preocupación debido a la alarmante escasez de profesionales y perfiles cualificados que dificulta la debida asistencia a la población.
En este contexto, y por considerarlo de interés público, el Consejo General de Enfermería y la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) han solicitado al Ministerio de Sanidad y a los consejeros autonómicos la adopción de un régimen de compatibilidad absoluta para el libre ejercicio de la asistencia sanitaria entre el ámbito privado, concertado y público de estos profesionales mientras dure la pandemia. Hasta ahora, salvo algunas excepciones, una enfermera que ya trabaja a jornada completa no puede ejercer como tal en ningún otro lugar.
“Esta medida, con las condiciones que se puedan consensuar, ampliaría las posibilidades de lucha contra el COVID-19 en la actual situación de rebrotes que estamos viviendo en todos los ámbitos del país. Además, también se cuenta con el apoyo de la comunidad médica, que ha instado en más ocasiones al Poder Legislativo a la reforma urgente de la Ley de Incompatibilidades”, recuerdan los autores de la iniciativa.
Por otro lado, recuerdan que “son muchos los hospitales que están desesperados porque necesitan contratar enfermeras para poder dar respuesta a la pandemia por COVID-19, pero no lo consiguen porque no hay enfermeras en paro y las bolsas de empleo están completamente agotadas. Si se adoptase esta medida sería posible paliar, al menos en parte, esta escasez de enfermeras, evitando, además, la competencia en la captación de profesionales”.
Se insta a que se adapte dicha declaración/resolución a nivel nacional y autonómica para que los profesionales sanitarios, en especial enfermeros/as y médicos, puedan compatibilizar su actividad principal en un momento clave.