De la investigación, que analizó los datos de 36.966 madrileños mayores de 75 años, se desprende que hábitos saludables, como llevar una dieta sana, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio físico moderado y no fumar, aumentan ese colesterol y podrían reducir de forma considerable el riesgo de desarrollar la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 de manera grave.
Las partículas de HDL, donde viaja el llamado colesterol bueno, transportan diversas proteínas implicadas en la defensa frente a la infección y reducen la tormenta inflamatoria, no solo por COVID-19, sino también en otros contagios. Un colesterol bueno alto indica probablemente una mayor cantidad de estas partículas y, por tanto, una mayor cantidad de proteínas protectoras frente a la infección.
Por ello, es posible que fomentar aquellos factores que aumentan las HDL como son el ejercicio físico regular, no fumar o mantener una dieta sana ayude al organismo en la defensa frente a las infecciones en general y por COVID-19 en particular, reduciendo la mortalidad, según el estudio.