La importancia de tratar la pérdida auditiva de forma temprana
Realizar un diagnóstico temprano de una hipoacusia es clave para conseguir unos mejores resultados a la hora de tratar este tipo de enfermedades. Por pequeñas que sean las pérdidas auditivas es fundamental atenderlas porque, como sucede con cualquier tipo de situación anormal en el funcionamiento del organismo, su detección precoz permitirá actuar de manera más eficiente para reducir en la medida de lo posible las consecuencias de este tipo de problemas.
Además, en el caso de la hipoacusia o de la pérdida de audición, su detección permitirá a las personas que la padezcan el mejorar su calidad de vida al poder escoger los tratamientos auditivos que mejor se adapten a sus necesidades y a su tipo de pérdida auditiva. Como por ejemplo los audífonos para la sordera o los implantes cocleares.
Del mismo modo, con una revisión y diagnóstico profesional se podrá valorar cuál de los diferentes tipos de audífonos para sordera es una mejor alternativa para tratar el grado o tipo de pérdida de audición en cada paciente.
De hecho, incluso en el caso de los bebés recién nacidos resulta clave realizar revisiones auditivas neonatales para poder identificar si la audición del bebé está funcionando de manera correcta.
Asimismo, ante la mínima sospecha de pérdida de audición, tanto en el caso de niños como de adolescentes, adultos o mayores es fundamental consultar con especialistas para poder determinar si existe una pérdida auditiva y como de leve o de profunda es esta pérdida de audición.
Cómo se diagnostica una pérdida auditiva
Existen distintas pruebas que permiten determinar si existe una pérdida auditiva o qué parte del oído está fallando y cómo de afectado se encuentra.
Entre las pruebas más utilizadas encontramos la prueba del reflejo acústico, pensada para evaluar la respuesta del oído a los sonidos más fuertes. Por otro lado encontramos las audiometrías, que sirven para determinar las frecuencias y la intensidad a las que las escuchamos, el examen de diapasón que es una prueba para identificar si se trata de una pérdida unilateral o de un solo oído o bilateral, de ambos oídos.
Asimismo, la logo audiometría permite determinar el reconocimiento de las palabras por parte de la persona con problemas auditivos, así como la forma en que discrimina el lenguaje.
En la mayoría de pruebas debemos entrar en una cabina y se nos facilitan unos auriculares para revisar nuestra audición. Del mismo modo, también es necesario identificar el tipo de hipoacusia teniendo en cuenta si esta es conductiva, neurosensorial o mixta.
Por qué revisar y cuidar nuestra audición es fundamental
De esta forma, el funcionamiento eficiente de la audición es clave en el caso de los niños para que puedan desarrollar el lenguaje y el habla. Si un pequeño sufre hipoacusia y esta no se diagnostica ni se trata, su desarrollo se verá afectado, dificultando su inclusión en las dinámicas normales de la infancia: como el estudio, el juego o la socialización con otros niños.
Del mismo modo, en la edad adulta, los problemas de audición no detectados ni diagnosticados y si tratar pueden llegar a afectar a la vida de las personas, tanto a nivel personal como de relaciones, de estudio o de trabajo, haciendo que las personas que sufren estos problemas de audición se retraigan y se aíslen al ver mermada su capacidad para comunicarse.
De esta manera, un diagnóstico eficiente permitirá disponer del tratamiento indicado, ya sean audífonos, implantes cocleares o implantes de conducción ósea, así como adaptar estos tratamientos a las necesidades de cada persona.
Por otro lado, además de realizar revisiones de audición a los niños y a los adultos ante cualquier signo de pérdida auditiva o de forma anual a partir de los cincuenta años para prevenir pérdidas de audición progresivas, existen algunas medidas que podemos aplicar para cuidar y proteger nuestra audición, así como para cuidar nuestra salud a nivel general.
Es fundamental llevar un estilo de vida saludable basado en unas pautas de alimentación sanas y adecuadas que satisfagan nuestras necesidades nutricionales y nos permitan controlar nuestro peso, así como en la práctica de ejercicio físico diario y de forma regular. Del mismo modo, como podemos leer aquí, existen algunos alimentos especialmente interesantes para cuidar y proteger nuestra salud auditiva, previniendo de esta manera la aparición de problemas auditivos y controlando también los existentes para impedir que sigan empeorando con el paso del tiempo.
Asimismo, para cuidar y proteger nuestra audición también es fundamental evitar la exposición a ruidos muy altos de manera puntual, así como regular la exposición a ruidos altos de forma constante o prolongada en el tiempo. Si vamos a acudir a eventos o a utilizar cascos para oír música debemos tener en cuenta estas recomendaciones para prevenir posibles problemas auditivos y si trabajamos en entornos con ambientes de sonido demasiado altos, es fundamental utilizar siempre elementos de protección para prevenir que a la larga este tipo de trabajo pueda convertirse en la causa de diferentes problemas de hipoacusia o de pérdida de audición relacionada con la exposición a este tipo de ruidos de manera continuada.
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