Un reciente estudio realizado por investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) ha revelado que bacterias y hongos provenientes de los desiertos del norte de África tienen una presencia continua en el sur de Europa. Este hallazgo, basado en muestras recogidas durante tres décadas, indica que su impacto no es un evento aislado, sino un fenómeno persistente.
La investigación se fundamenta en la recolección de muestras de lluvia desde 1987 hasta 2014 en el macizo del Montseny, situado en la cordillera Prelitoral catalana. Los científicos han descubierto que el polvo del desierto, que contiene microorganismos viables, viaja miles de kilómetros a través de corrientes atmosféricas en las capas altas. Estos microorganismos finalmente caen a la tierra junto con la lluvia o la nieve. Para asegurar la pureza de las muestras, se recolectan en zonas montañosas donde solo llegan partículas transportadas desde grandes altitudes, evitando así confusiones con contaminantes locales.
Metodología y hallazgos
Para caracterizar la microbiota presente en las muestras, los investigadores han empleado técnicas avanzadas de secuenciación masiva para analizar el ADN. Además, han comparado estos resultados con suelos desérticos del norte de África y datos genéticos globales. La investigación también incluye simulaciones informáticas sobre el movimiento global de grandes masas de aire que dispersan microorganismos.
Los resultados obtenidos abarcan un periodo de 30 años y se han publicado en la revista Environmental Microbiology. Este estudio demuestra que las bacterias y hongos del norte de África están presentes continuamente en las muestras analizadas, incluso mucho después de episodios significativos de polvo sahariano.
Implicaciones para el medio ambiente y la salud
Este descubrimiento subraya la relevancia de los procesos que ocurren constantemente en las capas altas de la atmósfera, desafiando la noción previa según la cual la microbiota local proviene mayormente de ecosistemas cercanos. La consideración de esta presencia continua es esencial para evaluar sus efectos tanto en los ecosistemas como en la salud humana.
Joan Cáliz, investigador del CEAB-CSIC y primer autor del estudio, señala que “este fenómeno está relacionado con la capacidad de las partículas generadas en el Sahara para ascender a grandes alturas y permanecer suspendidas”. Por su parte, Anna Àvila, coautora del estudio y responsable de recolección durante todo el periodo analizado, destaca que “la financiación para programas continuados ha sido fundamental para obtener este conocimiento”.
Perspectivas futuras
Emili Casamayor, director del estudio, advierte sobre los posibles efectos locales de estos microorganismos: “Pueden ser positivos al ayudar a establecer comunidades biológicas o negativos al incluir patógenos y genes resistentes a antibióticos”. Comprender cómo estos microorganismos se movilizan globalmente puede ofrecer información valiosa para gestionar adecuadamente nuestro entorno.
Los investigadores enfatizan la necesidad urgente de seguir explorando estos fenómenos atmosféricos debido a su impacto directo tanto en el medio ambiente —como la fertilización del suelo— como en la salud humana —con un aumento potencial en alergias o resistencia a antibióticos—. Este enfoque es especialmente relevante ante el cambio climático, que podría alterar aún más estas dinámicas.
Esta investigación forma parte del proyecto AEROSMIC, financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI), e integra diversas disciplinas como microbiología, física y meteorología para profundizar en los mecanismos detrás de la dispersión global de microorganismos.
Preguntas sobre la noticia
¿Qué revela el estudio sobre bacterias y hongos del Sáhara en Europa?
El estudio indica que bacterias y hongos provenientes de los desiertos del norte de África tienen una presencia persistente en el sur de Europa, independientemente de los episodios de polvo sahariano.
¿Cómo se llevó a cabo la investigación?
La investigación se basó en muestras de lluvia recogidas durante 30 años en el macizo del Montseny. Se analizaron estas muestras para identificar microorganismos transportados por corrientes atmosféricas de largo recorrido.
¿Cuáles son las implicaciones de este hallazgo?
Este hallazgo resalta la importancia de considerar la presencia continua de microorganismos lejanos en el aire, lo cual es clave para evaluar sus efectos en los ecosistemas y la salud humana.
¿Qué técnicas se utilizaron para analizar las muestras?
Los investigadores utilizaron técnicas de secuenciación masiva para analizar el ADN de las muestras y recrearon mediante simulación informática el movimiento de grandes masas de aire que dispersan microorganismos a nivel global.
¿Cuáles son los posibles efectos de estos microorganismos en la salud humana?
Los microorganismos pueden tener efectos tanto positivos como negativos. Pueden ayudar a establecer comunidades biológicas, pero también se ha constatado la presencia de patógenos y genes de resistencia a antibióticos que podrían impactar negativamente en la salud humana.
¿Por qué es importante seguir estudiando estos fenómenos atmosféricos?
Es crucial continuar investigando estos fenómenos debido a su impacto directo en la naturaleza y la salud humana, especialmente en el contexto del cambio climático y sus efectos sobre la circulación atmosférica.
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