Traer un hijo al mundo es una decisión muy importante, los padres deben mantener una misma pauta evitando así las posibles discrepancias para facilitar la labor que debe ser compartida. Es importante el dialogo para así expresar nuestros deseos, opiniones, miedos, la responsabilidad que supone tener un hijo, esto aporta muchas experiencias positivas y desarrolla en los progenitores unos lazos afectivos capaces de superar con creces las dificultades que pudieran surgir en su cuidado. Por más tiempo y energías que se hayan dedicado a prepararse para cuidar del bebé, crece la sensación de sentirse poco capaz de ello. Esa inseguridad es un sentimiento absolutamente normal en personas responsables Es razonable sentir una cierta ansiedad, pero también conviene pensar que la naturaleza no hace tan mal las cosas los bebés no son tan frágiles como aparentan. De hecho, es recomendable que los padres recurran más a su instinto y sentido común, y aprendan a olvidarse de tópicos e ideas equivocadas, que a veces se acumulan casi inconscientemente. La nueva mama lo lee todo, pregunta todo, es muy receptiva a toda la información referente a su bebe y acaba abrumándose por el exceso de datos, presentando la crianza como una complicada labor. Puede estar abrumada por opiniones contradictorias. Ante la aparente autoridad de la letra impresa, de la voz de la experiencia y del llamado saber popular, es preciso mantener una actitud crítica y no aceptar ninguna norma que carezca de explicación. Cuanto más categórica sea una afirmación, con más cautela debe ser analizada. Los consejos de amigos y familiares, que tienden a generalizar a partir de la propia experiencia tenemos que agradecérselo pero hay huir de ellos. Cada niños es un mundo y lo que pareció irle bien a uno no tiene por qué valer necesariamente para otro, hay que ser prudente y no hacer demasiado caso al aluvión de opiniones y críticas que cae sobre los nuevos padres. La familia transmite de generación en generación creencias y prácticas que pueden ser erróneas y que obedecen más a la tradición que al sentido común. Afortunadamente, suelen ser más engorrosas que nocivas pero, equivocadamente, inician a los padres en el mal hábito de prescindir del recurso más importante de que disponen para ejercer su tarea: la razón .Hacen de la crianza un proceso misterioso y difícil, cuando en realidad no es así. Es cierto que es un camino con dificultades, que hay que estar dispuesto a aceptar con paciencia.. La maternidad pronto compensa con creces todo este periodo de incertidumbre, de dudas y el primer contacto con el recién nacido suele provocar una fuerte reacción afectiva, pero si algunas madres no sienten en ese momento unas emociones tan positivas, tampoco hay que extrañarse, pues eso no significa que no vayan a poder querer y cuidar a su hijo perfectamente. Es incluso posible que el llanto y las exigencias de un bebé inquieto abrumen tanto a los padres que en algún momento lleguen a tener algún sentimiento de rechazo hacia él, no hay que alarmarse ni culpabilizarse por ello. Para planificar la vuelta al trabajo, es conveniente conocer la actual legislación sobre el permiso por maternidad: La madre trabajadora tiene derecho a un permiso de 16 semanas (18 si el parto es múltiple). De común acuerdo con la empresa, también es posible disfrutar de estas diez semanas a tiempo parcial, con lo que si se trabaja media jornada, el permiso se extendería diez semanas más. Si el recién nacido quedara hospitalizado, se puede suspender el descanso por maternidad y reanudarlo cuando sea dado de alta. En los primeros nueve meses de vida del bebé, se concede una hora diaria por lactancia, de una vez o en dos fracciones de media hora. (pero que no puede simultanearse con un permiso a tiempo parcial). Si se tiene más de un año de antigüedad en la empresa, se puede solicitar un período de excedencia de hasta tres años, aunque la reserva del puesto de trabajo sólo se garantiza durante los primeros meses, tras los cuales la reserva sólo es para un puesto de igual categoría, nivel y retribución, en la misma localidad.