En el acto de inauguración, el consejero delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu, ha destacado la apuesta que supone la Torre DKV por la continuidad de la sede española de la compañía en la capital aragonesa.
Con un coste de 25 millones de euros, la Torre DKV cuenta con una superficie de 12.700 metros cuadrados distribuidos en 9 plantas y acogerá a 300 empleados. El edificio es todo un ejemplo en la aplicación de medidas de sostenibilidad, eficiencia energética, gestión del agua, uso de materiales sostenibles y movilidad.
Asimismo, el diseño de las oficinas está pensado para lograr un entorno de trabajo confortable y acogedor. Se trata también de una sede diseñada como espacio para el arte. Cada planta tiene una zona destinada a presentar el fondo de arte de DKV. Además, incorpora instalaciones como el “Jardín flotante”, de la gallega Pamen Pereira, o la obra “Crossroad”, de Daniel Canogar, mientras que la planta dedicada a las salas de formación albergará la obra del fotógrafo aragonés Gervasio Sánchez y su proyecto “Vidas Minadas”.