Cada vez son más los daños que sufre nuestra piel después de los excesos del sol durante el verano.
Tal y como nos explica el Dr. Ignacio Sánchez-Carpintero, especialista en dermatología de la Clínica Dermatológica Internacional y miembro de la plataforma TopDoctors.es, “la radiación ultravioleta puede ocasionar un daño directo en las células de la piel. Llegando incluso a provocar una mutación en el material genético de estas células que se puede traducir en el desarrollo de un tumor cutáneo. El sol también afecta a otras estructuras de la piel como las fibras elásticas y el colágeno, situadas en la dermis. Su alteración se traduce clínicamente en una acentuación de las arrugas y de la flacidez cutánea”.
Además, nuestra piel acaba resentida de los excesos y acabamos con la piel reseca, deshidratada y poco luminosa. El especialista nos explica que esto es debido a que “el sol produce cambios en la piel como por ejemplo un aumento de la melanina y un aumento también de la capa córnea, la capa más superficial de la piel. Esto se traduce en un engrosamiento de la piel y un aumento de la sequedad cutánea. La hidratación cutánea es por tanto la primera medida que debe tomarse para recuperar la piel de una exposición prolongada del sol”.
Problemas de la piel
Debemos, durante todo el año, tener muy localizados los lunares, su forma y color y estar muy pendientes en la época veraniega que no hayan variado o aparecido nuevos. El Dr. Sánchez-Carpintero nos aconseja que “al observar algún cambio llamativo debemos acudir al dermatólogo”. Además, debemos acudir a la consulta del especialista si una herida no se cura y persiste en el tiempo, ya que suele ser un signo de un cáncer de piel.
El especialista nos explica los principales problemas de la piel y los efectos del sol sobre ellos: “Es en las mujeres jóvenes donde vemos muchos casos de melasma, una alteración de la pigmentación de causa hormonal que se acentúa notablemente con la exposición al sol. También se puede ver con más frecuencia rebrotes de psoriasis y de acné, debido a que estas dos patologías suelen mejorar con el sol y una vez que dejan de tomarlo se reactivan. Otra enfermedad es la conocida como rosácea, que empeora con la exposición al sol por lo que los pacientes que la padecen deben evitarlo”.
Concienciación sobre el sol
Según la opinión y experiencia del Dr. Ignacio Sánchez-Carpintero ”cada vez nos cuidamos más, utilizando principalmente fotoprotectores de forma periódica. La impresión general es que hay una mayor concienciación en la población. De todas formas siempre hay que insistir en la consulta sobre la importancia de protegerse con filtros solares y también con ropa, incluyendo gorro o sombrero y gafas”.
Según los datos obtenidos de la página web de la American Cancer Society, se estima que cada año, en Estados Unidos, se diagnostican alrededor de 3,5 millones de cánceres de piel, incluyéndose como tales al epitelioma basocelular y al carcinoma espinocelular. El más frecuente de ellos es el epitelioma basocelular, que aparece en 8 de cada 10 pacientes.
El número de cánceres ha aumentado en estos últimos años debido probablemente a una mayor exposición al sol, a la detección cada vez más temprana de estas lesiones y también a la mayor esperanza de vida, aunque la mortalidad en estos tumores es baja. Sin embargo, tal y como nos explica el especialista de TopDoctors.es, “otro problema distinto y de mayor gravedad es el melanoma, otro tipo de cáncer de piel más agresivo y con alta mortalidad”. En España, según datos de la Academia Española de Dermatología, en el año 2012 se diagnosticaron 5.000 nuevos casos de melanoma y 1.000 personas fallecieron por este tipo de tumor.
Cuidados de la piel
Una de las creencias populares erróneas, que poco a poco se va desmintiendo, es que los fotoprotectores evitan que uno se ponga moreno. Esto es erróneo, ya que su uso ayuda a obtener un bronceado más fisiológico y gradual, sin quemaduras, y actualmente son muchos los que tienen una acción antioxidante ya demostrada.
El Dr. Ignacio Sánchez-Carpintero nos da consejos sobre los cuidados de la piel: “Los pacientes con piel grasa tienen que usar jabones con más frecuencia y deben evitar la aplicación de cremas que les aporten más grasa. En este sentido los preparados formulados en emulsión, spray o gel son buenas opciones. En las personas mayores, la sequedad cutánea es un problema frecuente. Esta sequedad ocasiona prurito muy intenso que puede llegar incluso a interferir con las actividades del día o alterar el sueño. La hidratación constante en estos casos es fundamental. Hidratando la piel adecuadamente evitamos muchas veces la aparición de eccemas o dermatitis”.