Estar sentado mucho tiempo se ha vinculado con una mala salud.
Si pasamos menos tiempo sentados podría aumentar la esperanza de vida al hacer que el ADN se mantenga joven, según afirman unos investigadores suecos.
Pasar más tiempo de pie parece alargar unos trocitos de ADN llamados telómeros. Los telómeros, que protegen el extremo de los cromosomas (como la punta de los cordones de los zapatos que hacen que no se deshilachen), tienden a acortarse cada vez más hasta que ya no pueden hacerlo más, lo que provoca que mueran las células.
"Nuestros datos indican que el alargamiento de nuestros telómeros podría ser beneficioso para la salud tras reducir el tiempo que las personas mayores pasan sentadas", dijo el investigadorl Per Sjogren, profesor asociado del departamento de salud pública y de ciencias de la atención sanitaria de la Universidad de Uppsala.
"Por supuesto, se debería tener cuidado con las conclusiones, ya que aún quedan más ensayos", dijo Sjogren.
Sin embargo, este es el primer estudio que describe una posible relación entre la actividad física y el alargamiento de los telómeros, según Sjogren. "Los telómeros han atraído mucho interés en los últimos años porque están situados en el extremo de los cromosomas y han mostrado que son importantes para la replicación del ADN y la supervivencia celular. El interés por ver si los telómeros podrían afectar a la salud y la longevidad ha aumentado", dijo Sjogren.
Los telómeros evitan que los cromosomas se deshilachen o se amontonen y se encripten los códigos genéticos que contienen, indicaron los investigadores.
No se sabe por qué pasar menos tiempo sentado podría alargar los telómeros. "Es una pregunta válida que sigue sin resolverse", señaló Sjogren.
El Dr. David Katz, director del Centro de Prevención e Investigación de la Universidad de Yale, dijo que "hace mucho que hay evidencias de que cuantas más horas se permanece sentado cada día, menos días nos quedan para seguir sentados o para cualquier otra cosa. Las horas que pasamos sentados al día se correlacionan con la reducción de nuestra esperanza de vida".
También hace mucho que hay evidencias de que una vida saludable, incluyendo una actividad diaria, puede añadir años a la vida, dijo.
Evidencias convincentes ya han mostrado que los cambios en el estilo de vida pueden alterar la genética y afectar a la longitud de los telómeros, dijo Katz, que no participó en el estudio.
"Este estudio añade un fragmento perdido a esa historia al indicar que hay una correlación directa entre pasar menos tiempo sentado al día y un aumento de la longitud de los telómeros", dijo.
"Los telómeros largos son buenos; pasar muchas horas sentado, no tanto", añadió Katz.
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron la longitud de los telómeros de las células sanguíneas de 49 personas sedentarias y con sobrepeso de entre 65 y 69 años de edad. Se tomaron muestras de sangre dos veces, en un intervalo de 6 meses.
Todos los participantes participaron en un estudio anterior en el que fueron asignados aleatoriamente a un programa de ejercicio o se les pidió que siguieran con su rutina habitual.
Aunque hacer ejercicio no estuvo vinculado con unos telómeros más largos, pasar menos tiempo sentado se asoció con un alargamiento de los telómeros, hallaron los investigadores.
El informe aparece en la edición en línea del 3 de septiembre de la revista British Journal of Sports Medicine.