El eterno debate
Médicos en la pública y privada
domingo 10 de mayo de 2015, 12:36h
¿Es ético que un médico trabaje al mismo tiempo en el sector público y en el privado? ¿Entra en conflicto la sanidad pública con la privada cuando un profesional ejerce en ambas? Si es así, ¿cuál se ve perjudicada y cuál favorecida?
En las páginas de la prestigiosa revista médica British Medical Journal (BMJ) puede leerse hoy un durísimo comentario personal cuyo título no deja lugar a dudas: Los médicos no deberían tener permitido trabajar en la sanidad pública y en la privada al mismo tiempo. Si bien no se puede decir que éste sea el criterio general de la publicación , ya que se trata de la opinión personal de un médico concreto, lo cierto es que éste es un antiguo debate que siempre ha estado presente en la comunidad médica.
"No importa lo alto que pusiera mis propios estándares morales y éticos. Al final, no podía escapar del hecho de que estaba envuelto en un negocio en el que la conducta de algunos era tan vendible que, a veces, rayaba lo criminal". En estos términos tan fuertes se expresa en el BMJ John Dean, un cardiólogo que trabaja en la sanidad pública y que, antes, también lo hacía en la privada. No obstante, acabó dejando esta última, según él, por convicción moral. "Ahora me he convertido en un apóstata", bromea.
Además de criticar, en general, a la sanidad privada, con afirmaciones como que "el negocio de la medicina y la práctica de la medicina son contradictorios" y que la "medicina privada alienta a los médicos a tomar decisiones basadas en el beneficio en lugar de en la necesidad", Dean sostiene que la medicina privada tiene "efectos adversos" en el Sistema Nacional de Salud.
Uno de sus primeros argumentos es que, en la pública, tus compañeros de trabajo son eso, compañeros en los que te apoyas y a los que consultas las decisiones que tomas. Sin embargo, en el sector privado, "tus compañeros son tus competidores", afirma.
Un trato personalizado
Además de esto, Dean sostiene que "los pacientes creen que pagar significa una atención de mayor calidad, pero esta promesa está bastante lejos de la realidad". Kazuhiro Tajima, médico psiquiatra y presidente de la Asociación Española de Jóvenes Psiquiatras, quien trabaja en el sistema público y en el privado, cree que la gente que acude a la sanidad privada lo hace "por un lado, para no relacionarse con el público general, y por otro, para buscar un servicio más exclusivo". En cualquier caso, Tajima apunta que "la asistencia pública es infinitamente mejor que la privada" y señala que, cuando a él le llega por la vía privada un paciente grave, "le recomiendo que vaya a salud mental por la vía pública, porque allí hay recursos que no existen en la sanidad privada".
La Gineología es una de las especialidades en las que más proliferan las consultas privadas. Llegado el momento del parto, hay mujeres que se decantan por un hospital privado porque éste les da la posibilidad de vivir ese momento tan importante en un ambiente más íntimo, al ofrecerles una habitación individual y no una compartida: "pero ahí estamos hablando de hostelería, no de medicina", declara a este periódico Maria Jesús Cancelo, jefe de servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Guadalajara. "Puedes tener un hospital privado con una habitación preciosa, pero luego no tener un banco de sangre o un experto en neonatos de guardia que te resuelva un problema durante el parto", explica Cancelo, quien es también secretaria de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Cancelo sólo ejerce la medicina pública, pero no comparte la visión publicada en el BMJ: "no creo que haya que estigmatizar de esta forma a la medicina privada. Al menos en Ginecología, en la actualidad está jugando un papel de primera línea".
La polémica de las listas de espera
"Cuanto mayores son las listas de espera en la sanidad pública, más trabajo para la sanidad privada. Esto es un incentivo para que aumenten las listas de espera en el sistema público. No estoy diciendo que todos los médicos hagan esto, sólo digo que existe este incentivo", prosigue Dean en su crítica al sistema privado.
Siguiendo este argumento, no es un secreto para nadie que, en ocasiones, se dice que hay médicos con consulta privada que "recomiendan" a sus pacientes ir a su clínica privada para saltarse la elevada lista de espera que hay en la administración pública. "Esto debería de perseguirse, porque éticamente no se sostiene. Que se haga no significa que no sea condenable y rechazable", declara José María Molero, médico de familia que trabaja en la sanidad pública. Por su parte, José Ramón González- Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, afirma que no cree que haya "ningún profesional en España"que haga esto.
Derivaciones y externalizaciones
También está la polémica de las derivaciones y las externalizaciones del sistema público al privado: operaciones o pruebas pagadas con dinero público que se realizan en centros privados. González- Juanatey se muestra sumamente preocupado con este fenómeno: "me gustaría que el dinero de la medicina pública se utilizase en la medicina pública, y no se externalizasen pruebas a centros privados, no porque dude de la calidad de la sanidad privada, sino porque con ese dinero se debería incentivar a los profesionales de la sanidad pública para que, en jornada prolongada, ejercieran en centros públicos. Esto provocaría que hubiera más docencia e investigación. De la otra forma, lo que se consigue es despoblar y descapitalizar los hospitales públicos a partir de las tres de la tarde".
Más pruebas de las necesarias
Otro de los puntos importantes que menciona el artículo es lo relativo a las pruebas diagnósticas: el autor sostiene que en los hospitales privados se realizan pruebas inncesarias a los pacientes, pruebas que en la sanidad pública no se harían porque no tienen justificación médica. Y todo, mantiene, por maximizar las ganancias. "Es difícil jusitificar que tienes dos formas de trabajo distintas: una para la medicina privada y otra para la pública", dice Dean.
A este respecto, Antonio Zapatero, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Interna, quien recuerda que, en el caso de los niños, el 30% de las pruebas radiológicas son completamente innecesarias, apunta que "se está viendo que hacer más pruebas no sólo no es mejor para el paciente, sino que además puede acarrear complicaciones". Y añade: "En la pública somos estrictos con la evidencia científica, y a veces esto genera desencuentros con las familias, pero en la privada se hacen más pruebas porque así se factura más, y además, el paciente se queda más satisfecho".
"El cribado citológico se hace cada tres años en la medicina pública. Quizás en la privada se hace cada año. Pero es que, ¿si una mujer quiere hacerse una citología, y la paga, por qué no se la vas a hacer, aunque la evidencia científica te diga que no sea necesario hacerla?", opina Cancelo, quien, por otro lado, dice que "nadie hace las cosas por la mañana en la pública de una forma, y por la tarde, en la privada, de otra".
Un problema de baja remuneración
Por último, pero no por ello menos importante, está el que quizás sea el punto más importante: el salario. "La remuneración económica en el sector privado es aproximadamente cuatro veces mayor que en el sistema público", relata Dean en relación a la sanidad inglesa. "Esto hace que el médico tienda a pasar más tiempo en el sector privado. Se supone que estamos controlados por contrato, pero, en la práctica, nadie nos vigila", explica.
Quizás ese es el fondo de toda esta cuestión. Al menos, los profesionales consultados por EL MUNDO así lo plantean: los médicos se van a la sanidad privada buscando una remuneración extra. "El médico que decide trabajar en la pública lo hace por un interés económico. Quizás también hay un elemento de prestigio, pero fundamentalmente es un tema de dinero", piensa Zapatero. Kazuhiro apunta que "quizás en otros países no hay tanta medicina privada porque la remuneración en la pública es alta. En España, los sueldos de los médicos en la sanidad pública son bajos, y por eso, prácticamente todo el mundo intenta complementar su sueldo trabajando en la privada o haciendo más guardias".
El debate es tal que ha llegado hasta los partidos políticos. Entre las propuestas para la sanidad pública de Ciudadanos, destaca la necesidad de "incrementar los incentivos económicos a la productividad, así como fomentar la exclusividad en el sector público".
"Es una pena perder a compañeros buenos que por las tardes podrían estar dando charlas o formando a los residentes, pero todo esto hay que remunerarlo", concluye Zapatero.