La técnica, desarrollada por el IDAEA-CSIC, cuantifica la masa total de partículas plásticas de manera robusta, lo que supone un avance en la evaluación de la exposición humana.
Un trabajo preliminar del CSIC con células de peces cebra ‘in vitro’ muestra que el envejecimiento por rayos ultravioletas de las bolsas biodegradables aumenta con los niveles de toxicidad.